Los planes de Tomás. Como un milimétrico estudio de táctica militar, las estrategias de José Tomás se han ido cumpliendo punto por punto, adaptándose a las circunstancias cambiantes de las tres temporadas de su vuelta para mantener una doble premisa fundamental: asegurar los llenos rebosantes para mantener su altísima cotización. Y así, apostó al todo o nada en su reaparición madrileña de 2007, o ha aceptado este año abrir la mano en algunos carteles que se han enriquecido con la competencia de otras figuras. Paralelamente, en el plano estrictamente profesional, José Tomás se ha caracterizado en la temporada 2009 por una solvencia técnica muy superior a la patética tauromaquia de circo romano que sobrecoge a los públicos y enerva a sus detractores. Las faenas de cara ensangrentada y traje hecho girones quedaron atrás.
Estrategias en 2010. En esa tesitura, no es de extrañar que el quinto evangelista haya decidido asumir nuevos retos para la próxima campaña. Sabedor del natural desgaste de su tirón -en la última tarde de Barcelona no se alcanzó el lleno- el hermético Soviet Supremo del galapagarino se ha apresurado a contratar y publicitar la vuelta de su torero al ruedo madrileño e insinuar que estarán presentes en Bilbao, uno de los ruedos irrenunciables para todos aquellos que se quieran considerar figuras del toreo. Mientras, comienzan los dimes y diretes sobre la vuelta del divino a la plaza de la Maestranza, de la que lleva ausente casi una década. Sobre la mesa vuelven a estar los escollos de las cámaras de televisión y la corrida de Núñez del Cuvillo, que se volverá a esgrimir como condición indispensable del ansiado retorno sevillao de Tomás. Resurrección y Corpus vuelven a dibujarse como las fechas más idóneas para este acontecimiento. Y el caso es que la empresa Pagés anda falta de algún gesto que oficie el desagravio de la paupérrima temporada 2009. Cesarían muchos chaparrones...
Seguimos con el minuto. Además del más bochornoso, se va a convertir en el minuto más largo. Morante se excusaba tímidamente del lance que truncó el mejor homenaje que podían dar los toreros a la memoria de Paquirri diciendo que sí, que argumentó el "mal bajío" que le inspiran estos minutos de silencio sin que llegara a pronunciar una negativa rotunda que, desde luego, no se puede echar por completo sobre los hombros del diestro de La Puebla, que ha quedado como chivo expiatorio del desaguisado. Volvemos a repetirlo. Allí no se echó para delante ni el Potito y el petardo, a estas alturas, ya no tiene remedio. Ay...
Y Luque. El joven y prometedor diestro de Gerena no termina de conseguir una fórmula estable entre sus hombres de plata. Culminada la campaña española han cesado en sus filas los banderilleros Curro Robles, Raúl Caricol e Isaac Galvín. Sin conocer las verdaderas razones de este relevo radical es mejor no entrar en conjeturas pero, en cualquier caso, si llama poderosamente la atención la salida de Curro Robles, gran torero de plata y un loco del toreo que había sido mucho más que un banderillero en la preparación del joven diestro de Gerena, que va a estar auxiliado en la próxima temporada por su paisano Antonio Punta -ya le estaba acompañando en el campo-, el gran peón albaceteño Mariano de la Viña -desgajado de las filas de Ponce a raíz de la traumática ruptura de su cuadrilla- y por el jerezano Jaime Padilla, hasta ahora a órdenes de Finito.
Homenaje a los Peralta. Los setenta fueron sus años de oro, una década en la que se sentaron muchas de las bases del actual auge del toreo a caballo. Ángel Peralta, seguido de su hermano Rafael fue uno de los fundadores del rejoneo a la española. Hijos de la Puebla del Río, el pasado domingo recibieron el homenaje de sus paisanos con un original festival taurino en el que Morante de la Puebla y Diego Ventura se intercambiaron los papeles. En proyecto, un monumento de Luis Sanguino que pronto será realidad.
