Una carta con una bala dirigida al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y a otros dirigentes de su partido fue descubierta en una oficina de correos de Linate, Milán (norte), informó ayer la Policía.
Además, un empleado de una oficina postal de Milán resultó ayer herido al estallar una carta bomba dirigida a la Liga Norte cuando estaba clasificando el correo, según las mismas fuentes. Estas amenazas se han producido justo a un día de la celebración de las elecciones regionales en Italia.
La misiva fue hallada por los empleados del centro mecanizado de distribución de la Posta Italiana, de Linate, que avisaron a la Policía. En la carta, dirigida a Villa San Martino, su casa en Arcore (Milán), la residencia de Berlusconi, estaba escrito: "Tendrás el final de un ratón" y bajo esa frase aparece el nombre de Berlusconi. En la misiva se amenaza también a su portavoz, Paolo Bonaiuti, y a los dirigentes del Pueblo de la Libertad (PDL, su partido), Ignazio La Russa, ministro de Defensa; Maurizio Gasparri, jefe de los senadores conservadores; y Fabrizzio Cicchito, jefe de los diputados del PDL.
Mientras que la carta dirigida a la Liga Norte y cuya explosión hirió levemente a un cartero de 57 años, que fue alcanzado por una llamarada causada por la explosión, tenía una frase contra el ministro de Interior y dirigente de la Liga, Roberto Maroni, "cómplice" de "los estupros en los Centro de Identificación y Expulsión de Inmigrantes (CIE)". El envío de la carta bomba fue reivindicado por la Federación Anárquica Internacional (FAI), el mismo grupo que se atribuyó la colocación, el pasado 16 de diciembre, de un paquete bomba en la Universidad Bocconi, de Milán, que estalló sin causar heridos.
Además de a estos ataques, Berlusconi se enfrenta a un test de revalidación política en las elecciones regionales que se celebran hoy y mañana, donde medirá sus fuerzas con el opositor de centro izquierda Partido Demócrata (PD) de Pierluigi Bersani. Alrededor de 44 millones de italianos deben renovar 13 gobiernos regionales de un total de 20, 11 provinciales y unos 1.000 municipios, en unos comicios en los que planea el fantasma de la abstención cuando el país está caracterizado por la alta participación electoral, de hecho en las pasadas Europeas de 2009 se llegó al 67%.
Por ello, Berlusconi ha invitado estos últimos días "a ir en masa a las urnas y alejarse del espectro de la abstención. Que no se pierda ningún voto porque cada voto es uno voto a la izquierda". "Estas elecciones -dijo- representan una elección entre el Gobierno del hacer, que tantos resultados ha obtenido estos dos últimos años, y la izquierda de la críticas, de la envidia social y del odio", enfatizó.
En la actualidad, el centro-izquierda gobierna en 11 de las 13 regiones italianas donde se vota y los últimos sondeos señalan que ganará sólo en siete de ellas, mientras que la coalición que encabeza Berlusconi, con partido Pueblo de la Libertad (PDL) al frente se alzaría con la victoria en seis. Si el PDL acude a las elecciones con la idea del crear un sistema presidencialista y reformar la justicia y con puras consignas de su líder como que hay que elegir entre "quien ama a Italia y quien siembra el odio", el PD va a la cita con un líder que no acaba de afianzarse en la sociedad italiana y que incide en la necesidad de una bajada de impuestos y fijar reglas para los mercados.
El primer ministro ha reforzado su presencia en las prósperas regiones del Septentrión de Italia donde confía en su aliada Liga Norte, el partido de Umberto Bossi, federalista, paladín de la política dura contra los inmigrantes y de la seguridad
