“Era impensable que una mujer de un barrio obrero optara a la presidencia”

Entrevista. Como las estrellas de rock con nuevo disco, Susana Díaz encadena las entrevistas en un hotel de Sevilla a razón de media hora por medio. Su agenda es de infarto.

el 13 jul 2013 / 23:35 h.

Susana DiazComo las estrellas de rock con nuevo disco, Susana Díaz encadena las entrevistas en un hotel de Sevilla a razón de media hora por medio. Su agenda es de infarto. Es viernes, son las tres, no ha almorzado y parte hacia Jaén, provincia que era el corazón de los críticos y que ella también ha conquistado. A la mitad de la entrevista una pregunta la indigna demasiado. Pide un minuto y se recompone. Se cuida mucho, sabe bien lo que quiere decir, es rápida. Esta mujer atraviesa quizás el momento político más importante de su carrera y lo que se le viene encima no va a ser fácil. Ella lo sabe y le gusta. –¿Qué responde a las críticas de que no hay juego limpio? –Creo que este es un proceso histórico en Andalucía. No hay nada más limpio que darle la voz a los militantes y la posibilidad de elegir libremente quien quiere que sea su candidato o candidata a la Junta. Eso no lo ha hecho nadie y lo vamos a hacer nosotros. –Desde fuera las fuerzas se ven muy desiguales. Usted cuenta con el apoyo del Gobierno y del partido. –Un consejero de la Junta en este proceso, su voto, su aval, su voz vale igual que un militante de base. Estoy sintiendo que tengo miles de compañeros arropándome para abrir un nuevo tiempo en el PSOE de Andalucía y eso me da fuerzas para hacer tantos kilómetros y una campaña tan intensa. –Sin urnas ¿hay primarias? –Las primarias son primarias desde el primer momento que se convocan. Desde que el presidente anunció que no se iba a volver a presentar y le dio la voz a la militancia. Desde ese momento la responsabilidad de la decisión final recae en el conjunto de la organización. Además con un hecho también histórico que los órganos del partido no se han pronunciado y no han señalado a nadie. Ahora son los militantes los que tienen la última palabra. –No hace falta ningún pronunciamiento oficial para saber que usted es la candidata de Griñán y del partido. –Para mí eso de ser la candidata del partido tiene mucha fuerza. Yo quiero ser la candidata de la inmensa mayoría de los compañeros y compañeras del partido, de las agrupaciones y eso es lo que yo estoy sintiendo. Me siento respaldada con el apoyo de muchos compañeros con quienes en otros procesos, antes de éste, no hemos compartido la misma posición y en cambio ahora queremos abrir un nuevo cambio juntos. –Pero, ¿no cree que una votación legitimaría más el resultado? –Tenemos una ventaja que no han tenido nunca antes los candidatos a la presidencia de la Junta y es que tenemos la legitimidad de la militancia. Mediante el aval, que es el compromiso, o el voto, el apoyo puntual en un momento, vamos a tener una fuerza que es histórica. –Si hay votación sus críticos no podrán decir nunca más que esto es “un dedazo encubierto”. –Para mí esto está siendo un momento apasionante. Eso del dedazo no lo puedo compartir cuando la voluntad de 45.000 hombres y mujeres en este partido es quien va a determinar quién es el candidato a la presidencia de la Junta. Aquí no importa lo que quiera Griñán ni cada uno de los secretarios provinciales. Aquí importa lo que quieran los hombres y mujeres que conforman este partido. Eso no ha pasado nunca en la historia de ningún partido en Andalucía y va a pasar en el PSOE. –Y cuando oye que los militantes no avalan libremente, que hay coacciones, presiones, que hay en juego sillones del Gobierno. ¿Qué piensa? –Ese no es mi partido. Eso no está pasando. Jamás permitiría que eso pasara en mi partido y no me identifico con lo que me está diciendo. –¿Por qué primarias en un mes? –No hay precipitación. En el momento en el que el presidente anuncia que no va a ser candidato lógicamente el partido tiene que estar preparado siendo conscientes además de que esta legislatura es difícil. No somos el grupo mayoritario de la Cámara y va a haber decisiones como la elaboración del Presupuesto que están en estos momentos siendo torpedeadas por el Gobierno de España con el reparto del déficit. –Habla de un nuevo tiempo en el PSOE-A. ¿Qué quiere cambiar? –Hemos recorrido un gran camino. Han sido logros importantes lo que se han conseguido en los últimos 30 años en Andalucía pero la gente nos reclama un cambio en las formas, también en determinadas decisiones que tomamos al frente de las instituciones y sobre todo un tiempo más participativo, más abierto, que genere más confianza. El PSOE tiene la responsabilidad de liderar eso. –¿Usted se siente capacitada, se ve fuerte para liderar el cambio? –Eso dicen de mí, que soy una mujer fuerte. El momento es muy complicado. De los más difíciles que hemos vivido en los últimos 30 años, de los más difíciles, la tasa de paro, la brutalidad de la crisis que está castigando a las familias, los casos de corrupción. Es de los momentos más complicados. Y el descrédito de la política... es muy difícil explicarle a los ciudadanos que la inmensa mayoría de los políticos son gente honesta y honrada. Es muy complicado. Por eso necesito la fuerza del PSOE unido, un partido unido empujando detrás de la Junta de Andalucía. –Sin cambio en Ferraz, ¿será creíble el cambio andaluz? –En Andalucía gobernamos, es distinto. Aquí tenemos una oportunidad de demostrarle a los ciudadanos, con humildad, que hemos cometido errores, que hay cosas que tenemos que mejorar y poner en valor la defensa de lo que nos ha traído hasta aquí. El PSOE de Andalucía tiene unos tiempos distintos al PSOE de España. –¿Cree que sería bueno que Rubalcaba diera un paso atrás? –Eso no está sobre la mesa en este momento. Es una decisión que tendrá que tomar él cuando lo estime oportuno y tendrá que decidir si va a estar o no en ese nuevo tiempo. El PSOE tiene que afrontar la Conferencia Política del otoño planteándose cambios en el partido, hacerlo más moderno, más abierto, más participativo, más transparente, que genere confianza en la gente, que nos vuelva a mirar y que nos vuelva a escuchar. El PSOE en España marcará sus tiempos y yo como siempre cuando llegue el momento opinaré, siempre lo he hecho. –Le critican que tiene poca experiencia y poca formación para presidir una comunidad de ocho millones de habitantes. –A mí me parece que es tan digno haber estado tantos años como he estado yo en el servicio público como aquellos otros que han dedicado su tiempo a ganar éxitos o dinero. Tengo capacidad, fuerza, ilusión y lo que le decía, un partido fuerte detrás para gestionar un tiempo difícil. Lo afronto con ilusión y con ganas. Sé que va a ser complicado, pero actuaré desde la honestidad en mi actitud y en mi comportamiento y también desde la honestidad intelectual de rodearme de los mejores. –¿Nunca ha tenido un trabajo fuera de la política? –Sé de la cultura del esfuerzo y la responsabilidad. Sé que estoy aquí por la igualdad de oportunidades, por haber tenido becas, por haber estudiado como muchos jóvenes buscando la posibilidad de ayudar en la economía familiar en aquello que te salía, en clases de apoyo, etc. Sé lo que es el esfuerzo y sé lo que es venir de una familia obrera, de un barrio obrero y poder estudiar gracias a becas. Era impensable hace 30 años que una mujer de un barrio obrero y de una familia obrera estuviera optando a ser candidata a la presidencia de la Junta. Hay cosas que han cambiado en Andalucía. –Ser mujer ¿es un obstáculo? –La igualdad real aún no se ha conseguido. Hay un hecho, presidenta socialista de una comunidad solo ha habido una, en Murcia. En los puestos de responsabilidad queda un camino largo por recorrer. –¿Cree que las críticas que recibe son machistas? –Dicen que soy una niña de 39 años, no sé si a un compañero varón se le llamaría niño con esa edad. Entiendo que estoy aquí gracias a la pelea de muchas mujeres que han roto techos de cristal o como dice mi compañera Amparo [Rubiales], que han subido cuestas empinadas, y creo que a esa defensa de la igualdad tengo que seguir entregando mi tiempo. –Si el presidente se retira pronto y le cede el testigo, ¿será presidenta sin mediar elecciones? –Veo al presidente con fuerza y con voluntad clara de agotar la legislatura. Eso es lo que me ha trasladado y lo que veo en el día a día. Tenemos presidente para rato. –¿Y si lo imputan en los ERE? –No veo ningún tipo de motivo para que eso se produzca, ninguno. –¿Habrá adelanto electoral? –Eso no se puede descartar en ningún momento. Es una legislatura difícil, complicada, no está ayudando el Gobierno de España, al contrario, está poniendo dificultades y no somos la primera fuerza del Parlamento. Entiendo que hay momentos en los que va a ser difícil pero veo a PSOE e IU con voluntad de que este Gobierno sea sólido en el tiempo. –También se dice que el presidente tiene un plan y usted va a asumir el peso del Gobierno aunque él no se retire del todo. –En absoluto. El presidente es el presidente y yo tengo las tareas definidas como consejera de Presidencia e Igualdad, con una labor importante de coordinación. –Su agenda de los últimos días es llamativa, con asuntos que estamos acostumbrados a que haga el presidente... –Mi agenda es la que se corresponde con una persona en un Gobierno en momentos difíciles que tiene que estar centrada en buscar decisiones que generen empleo. –¿Qué le parece Luis Planas? –Es mi compañero. Representamos cosas diferentes y eso enriquece. No entro a valorar quién es mejor o peor. Son los militantes los que tienen que valorar la capacidad para gestionar un nuevo tiempo. Creo que es un gran consejero y con él tengo una buena relación, no voy a confrontar. –Sin confrontar, ¿por qué diría que es usted mejor candidata? –Si soy la mejor o no lo tendrán que decir los hombres y mujeres de mi partido. Lo que yo propongo es unidad del partido, reforzar la democracia, abrir puertas y ventanas en las instituciones, propongo que defendamos sin complejo la igualdad de oportunidades y la economía de las personas, que hemos cedido demasiado espacio de la política a la economía y es el momento de un nuevo contrato social en Andalucía, intergeneracional, de género y también interprovincial. Tenemos que terminar de construir Andalucía, la hemos vertebrado territorialmente, tenemos una magnífica red de infraestructuras y ahora toca hacerlo socialmente para que haya provincias que no sientan lejanía de la toma de decisiones. –Dicen que en el Gobierno ha cambiado, ¿es cierto? –Me esfuerzo enormemente. Juego un papel distinto. Estuve al frente de una organización en un momento difícil, convulso, en un relevo que no fue sencillo. –¿Es tan dura como la pintan? –Soy firme en aquello en lo que creo pero tengo capacidad de diálogo o de entendimiento, no regateo horas al acuerdo. –Cuando oye que su forma de entender la política es sectaria, ¿se reconoce? –En absoluto. Por defecto profesional quizás me gusta siempre el acuerdo.

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