Local

Erasmo otra vez

Las ideas de Erasmo de Rotterdam encontraron en la Sevilla del quinientos un ambiente propicio. La unión del mundo clásico y el cristiano se expresaba tanto en obras de arquitectura o escultóricas...

el 15 sep 2009 / 00:23 h.

Las ideas de Erasmo de Rotterdam encontraron en la Sevilla del quinientos un ambiente propicio. La unión del mundo clásico y el cristiano se expresaba tanto en obras de arquitectura o escultóricas (la casa de los Mañara o la de los Enríquez de Ribera y sus sepulcros) como en las literarias. Los libros del holandés se tradujeron y se vendieron a miles e, inmediatamente, surgieron los discípulos: Egidio, Constantino, Casiodoro de Reyna, Cipriano de Valera y, aunque no fuera sevillano, Juan de Valdés que escribió obras filológicas, como Diálogo de la Lengua, y religiosas, Diálogo de doctrina, por ejemplo. Todo terminó con la abdicación de Carlos V y la separación del título imperial del de Rey de España.

Sevilla vivió entonces tiempos trágicos, inundada de olor a carne humana quemada en lo que hoy es Parque de María Luisa, y quien no acabó ahí fue porque huyó. Las obras de Erasmo y sus seguidores fueron prohibidas o ni siquiera se publicaron. Sin embargo -y a pesar de su aparente inexistencia- el erasmismo resurgió cuando hubo libertad: en los alrededores de la I República el padre de los Machado reeditaba en la Imprenta Álvarez el Elogio de la Locura. Ahora leemos que la sevillana Editorial MAD ha hecho ver la luz a ese Diálogo de doctrina, de Juan de Valdés. Seguramente no tendrá el éxito de una novela histórica pero, aunque no se sepa por qué, Erasmo ha vuelto.

Antonio Zoido es escritor e historiador

  • 1