Son las redes sociales las que están dinamizando la información. La más efectiva en ese sentido es twitter, refugio para opiniones de todo tipo de personas. En el fútbol lo hacen desde el que salta al césped cada jornada hasta el aficionado de tele o abono, pasando por los periodistas.
Durante el partido de ayer en concreto, en la segunda parte, Fazio se convirtió en trending topic -tendencia- en España y no precisamente por sus buenas prestaciones. Ayer, como en Hannover, el equipo sufrió el banquillazo de Medel, posiblemente el jugador que más echa de menos el equipo cuando no está. La alineación del chileno parece vital en este Sevilla de Marcelino.
Twitter es un muro de reivindicación e ingenio, y el Sevilla no se libra de ello. Mientras se jugaba en el Reyno de Navarra se protestó a Marcelino, y de qué manera, por los cambios. El asturiano quería una plantilla corta, pero ésta es cortísima.
Eres más previsible que el Sevilla" puede haberse convertido en un tweet señalado en miles de tablones de sevillistas. Hace años que el equipo blanquirrojo basa todo su poderío ofensivo en la calidad y velocidad de sus bandas y la pegada de sus delanteros. Eso se lo sabe ya hasta el apuntador, y a casi cualquier equipo de medio pelo le basta con reforzar la presión a los extremos, que de paso no pasan por su mejor momento, para cortocircuitar al equipo. Puede que el 4-4-2 esté dando pasos agigantados hacia la obsolescencia. Y para muestra un botón.
El mejor equipo de la actualidad -y posiblemente de la historia- ni sabe lo que es jugar con ese sistema. El Barça basa su fútbol en el control del balón en el centro y en cientos de desmarques. Un paradigma fuera del alcance del equipo que dirige Marcelino hoy día.
Tiene varias cosas el 4-3-3 que podría aportar consistencia al Sevilla, tanto en ataque -con más posibilidad de creación- como en defensa -un apoyo mayor a los nerviosos centrales-. Además, es posible que con los ingredientes que tiene en la despensa, el asturiano cocine así un pastel más jugoso. El equipo que hizo de comparsa tres días antes en el Camp Nou maniató al nervionense.
Tanto es así, que los de blanco no incurrieron en ningún fuera de juego en los noventa minutos, y no por su especial celo en la línea defensiva osasunista, sino porque en el pantano que hay entre la inteligencia y la artillería no hubo nadie que diera un pase en condiciones. Y jugando así será difícil que lo haya. Lo único bueno, el punto.
