La Premio Nobel de la Paz y Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional, la guatemalteca Rigoberta Menchú, estuvo ayer en el foro Encuentros 2000 de la Fundación Antares de Sevilla para pronunciar la conferencia titulada Economía social: estrategia para el desarrollo de sociedades más justas, algo que, en su opinión, sí es posible.
En una rueda de prensa previa a su disertación ofreció su punto de vista sobre los principales temas de la actualidad, entre ellos el fenómeno migratorio. Se mostró "decepcionada y frustrada" por cómo Europa está tratando a los inmigrantes. Lamentó que los inmigrantes se topen con autoridades prepotentes y que cada vez haya más intolerancia. Y responsabilizó al neoliberalismo y al capitalismo por defender que la prosperidad está en el área urbana en detrimento de la rural. En este sentido reclamó un cambio de actitud y pidió que se dé un mejor trato a los inmigrantes, "porque son personas que buscan una mejor vida, a la que tienen derecho".
Menchú reclamó que hay que buscar vías para poder vivir feliz y defendió la economía social, como alternativa a la capitalista. Indicó que en su país existen programas de autogestión que son exitosos, "pero para que sigan triunfando tienen que tener más apoyo". En esta línea defendió que se potencien las municipalidades y el poder local, por ser el más cercano al ciudadano.
Ciudadanos y políticos. Eso sí, esta apuesta por la transformación social y económica, dijo que sólo se puede realizar "si somos protagonistas" y animó a los ciudadanos a ser políticos, a asumir este rol, aunque admitió que en países como Guatemala es difícil por las grandes carencias que tienen sus ciudadanos. Explicó que para que la gente acuda a una asamblea comunitaria hay que darles algo a cambio. Pero reiteró: "No soy pesimista. El destino de la humanidad está en nuestras manos, no en las de otros".
También admitió que en su país es difícil hacer política y enumeró la cantidad de contratiempos con los que se ha encontrado su formación, Winaq, que se presentará a las próximas elecciones. Por ello afirmó que es un desafío rescatar el sistema y acabar con la crimininalización de los políticos y con la politización de la justicia.
Cambio climático. En otro orden de cosas, la Nobel de la Paz también hizo una defensa del medio ambiente, "porque el cambio climático nos afecta" y censuró que el hombre se haya creído "superior a la Madre Naturaleza y por ello hemos planteado un futuro incierto".
Menchú asimismo habló del alto el fuego anunciado por ETA y expresó su deseo de que haya un acuerdo político y no se "use más la violencia a través del Estado ni de los opositores".
En esta rueda de prensa la Nobel estuvo acompañada por la consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, el director de la Fundación Antares, Fernando Seco, y el presidente de CEPES Andalucía Antonio Romero, organizadores ambos del acto.
