Las instituciones, los partidos políticos, los sindicatos y agentes económicos y sociales de la Comunidad Foral condenaron ayer sin paliativos el atentado con coche bomba perpetrado en la Universidad de Navarra. Excepto ANV, que se ausentó de la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona a la hora de aprobar una declaración de condena.
Y eso que pudo ocurrir una auténtica masacre, puesto que la llamada de teléfono que alertó del coche-bomba no sirvió para nada. "Es evidente, pues, que quien puso la bomba avisó y, o bien sencillamente no avisó del todo intencionadamente, o bien se equivocó. A los efectos de lo que voy a decir da lo mismo, porque el resultado es que podíamos haber tenido hoy una tragedia enorme en la Universidad de Navarra, una tragedia enorme que no se ha producido", señaló. Acto seguido, subrayó que más allá de las intenciones de ETA, el Ministerio del Interior continuará trabajando para detener y encarcelar a los autores de este atentado. "Nosotros vamos a seguir a lo nuestro. Por tanto, quienes han puesto este coche bomba también, como los que detuvimos el lunes, acabarán frente al juez y en prisión", espetó.
El príncipe Felipe también tuvo oportunidad de expresar su "condena firme" y afirmar que el terrorismo "no va a cambiar el sistema de convivencia" en España. "Quiero transmitir desde aquí, desde esta tribuna de la libertad, un mensaje de solidaridad con Navarra, con los pamploneses, con la Universidad y con los heridos", declaró durante la inauguración del III Congreso Internacional de Nue-vo Periodismo en Cáceres. En la misma línea se pronunció Don Juan Carlos, quien dedicó sus primeras palabras en la XVIII Cumbre Iberoamericana a manifestar todo su "afecto" y sus "mejores deseos de recuperación a los heridos".
Del mismo modo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó su turno de palabra en el cónclave para asegurar que "la máxima contundencia del Estado de Derecho, junto con la unidad de los demócratas, logrará acabar con la lacra del terrorismo que asuela a España".
Hasta el lugar del atentado sí pudo desplazarse el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, quien lamentó lo sucedido y aseguró que no se puede "bajar la guardia bajo ningún concepto".
Igualmente, la delegada del Gobierno en Navarra, Elma Sáiz, aseveró que ha dado orden a las Fuerzas de Seguridad del Estado de que "redoblen al máximo sus esfuerzos" en la lucha antiterrorista.
El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, también condenó el "brutal" y "atroz" atentado, con el que, a su entender, ETA ha vuelto a demostrar su "bajeza moral".
Y en una comparecencia en el Cámara Baja, el presidente del PP, Mariano Rajoy, dijo que el ataque demuestra que "todos" somos "objetivo" de la banda armada y que "todos juntos" han de unirse para acabar con ella.
"ETA quería una masacre con este atentado", sentenció el presidente del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti.
