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Es la hora de cambiar el planeta

Representantes de 190 países se citan desde mañana en la capital danesapara frenar el calentamiento global.

el 05 dic 2009 / 20:48 h.

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Especie en extinción.

Ha llegado la hora de poner freno definitivo a la amenaza que supone para el planeta el cambio climático. De la cumbre que arranca mañana lunes en Copenhague, que sustituirá a los acuerdos de Kioto (Japón) de 1997, depende en gran medida el modo de vida que habrá dentro de varias décadas y el desarrollo de los países. Aunque algunas voces dan por hecho, como la del presidente de EEUU, Barack Obama, que de la cita no saldrá un gran pacto global, los representantes de los más de 190 países que acudirán a la cumbre son plenamente conscientes de la necesidad de abordar la reducción de los gases de efecto invernadero y de ajustarse a las consecuencias del cambio climático. Todo sin olvidar la financiación y la tecnología necesaria para ayudar a los países en desarrollo a limitar el aumento de las emisiones y su adaptación al impacto del cambio climático.

Según los informes que tiene sobre su mesa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un calentamiento superior a 2 grados de media provocará efectos irreversibles en los sistemas y en las sociedades humanas, incluyendo la economía y la salud. Las proyecciones actuales indican que es muy probable un calentamiento de al menos 0,2 grados por década en el futuro cercano con la situación actual, por lo que la habitabilidad del planeta se podría hacer insostenible a finales de siglo.

Y este problema del calentamiento no es nuevo, aunque hubo que esperar varias décadas para que los dirigentes mundiales tomaran plena conciencia. Durante el último siglo, Europa se ha calentado 1 grado, y a un ritmo mayor que el promedio global. En España, por su parte, el calentamiento ha sido superior a la media del continente (entre 1,2 y 1,5 grados). Por décadas se pueden observar tres partes bien diferenciadas durante el siglo XX: una de ascenso térmico entre 1901 y 1949; un caída desde esa fecha hasta 1972 y un aumento desde 1973 hasta hoy. Además, este último periodo es el que presenta un mayor incremento.

Por estas grandes razones, la vicepresidente del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, asegura que se acude a la cumbre con ilusión y con los deberes hechos. Según explicó este mismo mes, España ha conseguido reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 8% en lo que va de año, cifra que supera todo el descenso registrado en 2008. Así, en palabras de la vicepresidenta, el Gobierno hará de la lucha contra el cambio climático "uno de los pilares de la próxima presidencia de la UE" y que trabajará para lograr su compromiso de reducir un 20% las emisiones antes de 2020. Aunque el Ejecutivo aún no ha querido concretar las propuestas que llevará a la cumbre, De la Vega si adelantó que intentará arrancar el compromiso de reducirlas entre un 80 y un 95% antes de 2050.

Ecologistas. Lógicamente, las grandes asociaciones ecologistas son las más firmes defensoras de alcanzar un gran acuerdo aunque han rebatido los datos ofrecidos por el Ejecutivo. Greenpeace asegura que "los deberes no se han hecho" y que España es el país que más ha aumentado las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990 (50%). Por contra, sí alaba la actitud del Gobierno recordando que "somos un ejemplo citado" en la implantación de energías limpias y renovable, y recuerda a Rodríguez Zapatero que en la cita danesa debe demostrar que "está dispuesto a ir más allá" de las palabras y pasar "de forma decidida a la acción".

Según esta organización, los resultados demuestran que las emisiones deben reducirse mucho más de lo establecido en Kioto y de forma más rápida en los países desarrollados. Concretamente, es necesario rebajar la emisión un 40% para 2020 y tiene bastante claras y definidas las demandas que presentan a los países participantes en la cumbre. La primera de ellas gira en torno a la temperatura, y al igual que los informes que maneja el Gobierno, insisten en que nunca debe superar los 2 grados centígrados. Para alcanzar esta cifra hay que asumir, según Greenpeace, que en 2015 se alcanzará el máximo nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. Ahí deberán descender para desaparecer completamente en 2050. También recuerdan que los países que más dinero tienen y más gases han emitido deben reducir más que el resto. Para ellos, los países desarrollados son los responsables de más de la tercera parte de las emisiones de gases y por tanto tienen que ser los que mas reduzcan sus emisiones comprometiéndose a disminuir las emisiones emisiones de gases en un 40% en 2020 tomando como referencias los niveles del año 1990.

Y para compensar el nivel económico entre los países, los desarrollados deben aportar una suma de 160 mil millones de dólares anuales entre 2013 y 2017 para que las naciones en vías de desarrollo sean capaces de combatir el cambio climático y adaptarse a aquellos efectos que ya son inevitables.

Derechos de emisión. Otro de los temas que se abordará en la cumbre es la compra de derechos de emisión en los mercados de excedentes de dióxido de carbono, un mecanismo que permite a los países que contaminan menos vender el excedente de su cupo pero que ha sido considerados "muy generoso" a la hora de establecer las cuotas, por lo que el objetivo de reducir la emisión de gases no ha tenido el resultado esperado, según la organización Greenpeace.

Por contra, para los responsables europeos el sistema no perjudica al medio ambiente y fomenta el desarrollo de tecnologías limpias, gracias a los beneficios de la venta de emisiones. Además, los gases no emitidos son un nuevo valor de mercado para las empresas como puede ser el oro o el petróleo, y las empresas estrictamente industriales han sabido sacarle partido. La misma crisis que les ha reducido la producción ha hecho que obtengan beneficios económicos por contaminas menos. De los 88,9 millones de toneladas asignadas sacaron un excedente de 13,7 millones, una cifra que les supuso un valor de 275 millones.

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