Agencias
La madre del joven de 18 años que fue agredido por un grupo de menores el 12 de octubre de 2007 en el entorno de la Plaza de España, Josefa Crespo, consideró ayer "sangrante" que los agresores de su hijo "estén en la calle", tras la sentencia que no castiga con internamiento a los jóvenes acusados de la paliza.
"Toda la familia está hundida porque unos salvajes hacen su vida tan normal y mi hijo, que ha tenido que abandonar Sevilla, no sé cuando se va a recuperar", lamentó ayer Josefa Crespo en declaraciones a Europa Press, a la vez que añadió que en esta ocasión "la Ley del Menor no se ha acordado de la víctima", su hijo.
La madre del joven aseguró que es "triste" que "pase esto" y que además "nadie se preocupe" por la víctima, del que afirmó que "le pasó todo lo que le pasó por meterse a evitar que le pegaran a un amigo", apostilló impotente y dolida por lo ocurrido. Josefa Crespo concluyó que todavía tiene que hablar con el letrado que representa sus intereses para decidir si recurren la sentencia del juzgado de Menores número 2 de Sevilla. Este tribunal ha condenado a dos años de libertad vigilada por un delito de lesiones a tres de los seis acusados de apalear a su hijo y ha impuesto otros seis meses de la citada libertad vigilada para un cuarto acusado.
Asimismo, el tribunal ha absuelto a los dos menores restantes de los delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones y denegación de auxilio por los que estaban implicados en este caso.
Este fallo judicial impone además a los tres condenados a dos años de libertad vigilada una prohibición de acercamiento a 500 metros de la víctima y el pago de una indemnización conjunta de 62.819 euros con la responsabilidad civil solidaria de los padres. Estos tres jóvenes, al igual que los demás implicados, han sido absueltos del delito de tentativa de homicidio del que estaban acusados por la representación jurídica de la víctima, quien sufre secuelas de movilidad en un brazo por la paliza que recibió en el otoño de 2007 junto a la Plaza de España.
El cuarto de los condenados a libertad vigilada tiene una pena de seis meses como autor de una falta de lesiones, a la que se añade igual que a sus amigos condenados la prohibición de acercamiento a la víctima a menos de 500 metros.
Tras los hechos, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía comenzaron con las indagaciones pertinentes y detuvieron de manera escalonada a los presuntos malhechores, varios de los cuales habían participado, según la Policía Nacional, en otros hechos similares en aquellas fechas donde otras dos personas resultaron heridas en el entorno de Viapol y en las inmediaciones del Pabellón de Chile (zonas de movida juvenil).
