La solidaridad empieza en la puerta, porque entrar cuesta un euro. El Museo de Carruajes acoge desde hoy un rastrillo de ropa de mujer de la marca Hoss Intropia que durará tres días y de cuyas ganancias se llevará una parte la asociación Autismo Sevilla .
Dicho lo cual, ¿ha visto usted en toda su vida más rastrillos solidarios que últimamente? ¿Cómo se hace eso de que una organización humanitaria y una empresa se junten en semejante menester? Preguntada al respecto, Mercedes Molina, la presidenta de la entidad beneficiaria, contaba ayer que fueron los de Hoss Intropia quienes acudieron a visitarlos. “Nos hizo mucha ilusión y nos sentimos muy orgullosos”, decía. Sí, porque, según cuenta Mercedes, esta marca va buscando “asociaciones que le parezcan serias” para organizar estos mercadillos. “Ellos llaman y visitan, y cuando vinieron les gustamos mucho. A Andex le dieron el rastrillo de invierno y a nosotros el de primavera-verano. Les pareció que lo que hacemos es una labor muy seria.”
Como para no parecérselo. Autismo Sevilla no sólo atiende las necesidades de las alrededor de 200 familias de sus asociados, sino también a otras tantas no vinculadas a ellos (“somos una entidad sin ánimo de lucro”, recuerda su presidenta) que acuden a sus dependencias y llaman a sus teléfonos en busca de auxilio y comprensión (en el sentido más amplio de ambas palabras) ante un problema que se sintetiza en tres letras: TEA, Trastornos del Espectro Autista.
Una ambigüedad verbal muy apropiada para resumir las incontables modalidades de síndromes agrupados bajo la etiqueta del autismo, caracterizados por tres tipos de alteraciones que se dan en todos los casos (emocionales, comunicativos y conductuales) y que afectan a una de cada 166 personas, manifestándose antes del tercer año de vida y siempre por causas biológicas (ni la educación, ni los padres, ni los hábitos tienen nada que ver en su aparición).
Llegados a este momento de la conversación, Mercedes Molina es un no parar de poner ejemplos de las tareas de las que se ocupan: atención a las familias, orientación, formación, la unidad de día, el centro educativo... La página web (www.autismosevilla.org ) es igual de elocuente a este respecto. Y como ayuda adicional para afrontar estas responsabilidades, siempre que pueden organizan alguna actividad, caso de este rastrillo de ahora o las galas que celebran todos los años (por cierto, la próxima será este viernes en el Club Náutico). Lo cual también les da a estos responsables, aparte de ese dinerito que tan bien le viene a la asociación, un poco de vidilla.
Mercedes Molina, por ejemplo, anda ya mirando los trapillos de Hoss Entropia, a ver cuál se compra. “Es una marca que siempre me ha gustado mucho. Lo que traen al rastrillo son prendas de la temporada anterior, pero como son diseños muy exclusivos no han pasado de moda”, dice. Señores de Hoss Intropia: está feo decirlo, pero lo suyo es que después de decir algo así le hagan una rebajita a esta señora tan simpática, aparte de la que ya traen los artículos (entre el 50% y el 80%, al parecer).
Tan discreta es la presidenta de Autismo Sevilla y tan deliciosamente olvidadiza para ciertos datos que cuesta la misma vida sonsacarle el porcentaje de beneficios que se llevará su asociación del total de las ventas, aunque juntando fragmentos de declaraciones suyas da la sensación de que será un 15%, siempre que se supere un mínimo. A quien se le haga poco, que vaya a Sevilla Este y se asocie, o se haga colaborador. O que acuda a comprarse ropa al rastrillo, pero siempre que la ayuda a Autismo Sevilla y a otras organizaciones de similar vocación se mantenga permanentemente. La solidaridad empieza en la puerta, pero no acaba ahí.
