Economía

«Es tentador recortar en I+D porque su efecto no se nota de inmediato»

Es director general de 3T-Science , una joven empresa biotecnológica que aspira a convertirse en proveedor de las grandes farmacéuticas. El material para ensayos preclínicos desarrollado con tecnología propia saldrá al mercado a finales de este año

el 31 jul 2010 / 19:02 h.

Moisés Álvarez, en las instalaciones que la firma posee en el polígono industrial Fuentequintillo, en Montequinto.

-¿Qué es 3T-Science?

-Con palabras que se puedan entender, es una empresa biotecnológica que pretende desarrollar productos innovadores destinados a empresas farmacéuticas para la investigación de nuevos medicamentos. Nos hemos centrado en las farmacéuticas para lanzar nuestra primera línea de productos, que son los materiales imprescindibles para realizar los ensayos preclínicos.

-¿Cuál es el germen?

-La empresa se funda a mediados de 2008 con tres socios permanentes. En noviembre de ese año abrimos nuestras instalaciones en Montequinto y empezamos a trabajar en un primer proyecto de investigación que dio como resultado una patente de tecnología de producción. Nuestra idea es sacar al mercado los primeros productos en el último cuatrimestre de este año.

-En la biotecnología abundan los nombres de empresas en inglés. ¿Por los mercados a los que se dirigen o porque suena más serio que uno español?

-Suele ser por eso. Optamos por una palabra science (ciencia) que fuese reconocida en todo el mundo. Le añadimos 3T por eso de la tercera generación, porque veníamos de la tecnología genómica, de células... Desgraciadamente es así y las empresas optan por nombres en inglés. Ahora, con el Mundial, será más fácil.

-¿De qué se encargan exactamente?

-La investigación completa de un medicamento puede durar del orden de ocho, diez o doce años. La parte final de la misma es investigar con personas, pero antes hay una serie de fases que se deben cumplir. Nosotros nos centramos en lo anterior, en los ensayos preclínicos, desde la parte de estudios en moléculas, pasando por los estudios en células, en órganos, animales, etcétera, facilitando el material imprescindible para hacerlo.

-¿Hay mucha competencia?

-Tenemos identificada una docena de empresas con productos similares a los nuestros, pero casi todas tienen su sede en Estados Unidos.

-Han elegido un segmento muy concreto. ¿Existe esa demanda en el mercado?

-La industria farmacéutica invierte mucho en desarrollar nuevos medicamentos. El hueco que vimos era porque los materiales que se utilizan para los ensayos son difíciles de producir y los que se venden tienen muy poca cantidad, con lo que el material en sí es muy caro. Nuestra idea es, a partir de la tecnología que hemos desarrollado, sacar un producto de mejor calidad para los ensayos y que además suponga un ahorro de tiempo y también de costes.

-¿Ya han contactado con las farmacéuticas?

-Las tenemos localizadas y sabemos lo que les vamos a ofrecer, pero no queremos ir con las manos vacías hasta que el producto no esté a la venta.

-¿Cuál será entonces el siguiente paso?

-La idea es que durante uno o dos años nos dediquemos a las empresas que están en España, donde hay farmacéuticas líderes que hacen aquí la investigación, porque son las que podemos atender mejor. Tras ese periodo podremos salir a otros mercados, como el europeo. El objetivo es llegar a 500.000 euros en 2012.

-¿Andalucía sabe vender lo que sale de sus laboratorios?

-Las empresas biotecnológicas dejan la parte comercial para el final porque se centran, en general, en los apartados de investigación. En nuestro caso vimos que ambas cuestiones tenían que ir en paralelo y anticipar ese trabajo.

-Se requieren grandes inversiones en I+D+I. ¿Empresas como la suya se sienten respaldadas desde el ámbito público?

-La I+D siempre ha tenido subvenciones a nivel regional, nacional y europeo. Hay que conocer las ayudas y escribir un buen proyecto para optar a ellas.

-¿Las ayudas son suficientes o se quedan cortas?

-Siempre parece que se quedan cortas. Hay que planificar bien los costes que vas a tener, los equipos... y tener en cuenta que el dinero no llega de sopetón.

-Su nacimiento llegó en plena crisis. ¿En qué se nota?

-A nivel de ventas no ha afectado porque aún no hemos empezado. Se nota en el importe de las ayudas que se conceden a la I+D, que se reduce, y en los plazos, que se van alargando.

-¿Qué efectos cree que tendrá el recorte del presupuesto de Innovación?

-De algo hay que recortar. El recorte en I+D es muy tentador porque va a tener repercusión a largo plazo pero no se va a notar de forma inmediata. Si se recorta en este capítulo, a la larga se puede notar en la competitividad porque las empresas no pueden ser más competitivas.

-3T-Science ha ganado el premio 50K del Instituto de San Telmo. ¿De qué modo ayuda al desarrollo empresarial?

-Ha sido fundamental. Primero, por la formación. Dura seis meses y te da formación completa y muy práctica de todos los aspectos de una empresa. Además, la idea de negocio con la que entramos no es la misma con la que salimos. No teníamos tan claro hacia dónde orientar la tecnología. No te redactan tu negocio, pero sí de indican y te aconsejan la idea de negocio. En nuestro caso destacaron el potencial de crecimiento de la empresa.

El pefil. Se pueden considerar rara avis en su sector, el biotecnológico, pues estando cómodos en distintas empresas decidieron un día dejar ese colchón y montar una empresa. Dos sevillanos, Moisés Álvarez y José Manuel Ponti, y un irlandés, Kevin O'Connor, que, pese a su juventud, suman dos décadas de experiencia profesional, coincidieron en una empresa trabajando juntos. Aunque sus caminos se separaron mantuvieron la amistad y la inquietud de liderar un proyecto, que ha sido reconocido por el Instituto Internacional San Telmo, y que cuenta con el apoyo económico del programa Neotec "para empresas muy innovadoras" del CDTI. Moisés reconoce que no es lo habitual en su sector, donde el número de empresas en la región es poco significativo. "Es una aventura con riesgo que recomiendo".

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