El único condenado por el atentado de Lockerbie, Abdelbaset Ali Al Megrahi, fue excarcelado ayer por motivos humanitarios. Al Megrahi fue condenado en 2001 a cadena perpetua por haber participado en 1988 en el atentado contra un avíón de Pan Am, en el que murieron 270 personas tras estallar en el aire.
El ministro de Justicia escocés, Kerry MacAskill, señaló que Al Megrahi, de 57 años y al que le quedan sólo tres meses de vida a causa del cáncer en fase terminal que padece, será trasladado a Libia. MacAskill subrayó que adoptó esta decisión basándose única y exclusivamente en el criterio de los médicos y en el sistema judicial escocés, y no en la solicitud de excarcelación presentada por Libia en virtud de un acuerdo firmado con el Reino Unido sobre la transferencia de prisioneros en noviembre de 2008 y ratificado en abril pasado.
La declaración del ministro escocés estuvo salpicada de fuertes críticas al Gobierno británico, al que acusó de haber negociado el citado pacto sin tener en cuenta la opinión de Edimburgo y de no haberle informado de los términos del acuerdo sobre este caso al que llegó el Reino Unido con EEUU antes de que comenzara el juicio en 1998.
El presidente de EEUU, Barack Obama, lamentó ayer "profundamente" la decisión tomada por el Ejecutivo escocés de excarcelar al único condenado por el atentado de Lockerbie.
Antes, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ya había exhortado públicamente a las autoridades escocesas a mantener a Al Megrahi en prisión.
"La Justicia le llegará ahora de un poder más alto que nadie ni ninguna jurisdicción puede revocar... Va a morir", sentenció MacAskill, quien agregó que, pese a que el terrorista "no mostró ninguna compasión por sus víctimas", esa "no es razón suficiente" para negarle misericordia a él y a su familia.
Aproximadamente una hora después del anuncio de la liberación del terrorista libio, un aparato de la compañía Afriqiyah aterrizaba en Glasgow para recoger a Al Megrahi, quien ha cumplido sólo ocho años del mínimo de 27 que implicaba su condena.
En el aeropuerto de Glasgow, Al Megrahi subió al avión por su propio pie, ayudado de unas muletas. La decisión adoptada por el Gobierno escocés ha sorprendido al Reino Unido, dada la gravedad del atentado y la excepcionalidad de la medida. La prensa británica ha especulado sobre una posible vinculación entre la excarcelación del terrorista y los intereses petroleros del Reino Unido en Libia. Tres importantes empresas británicas -BP, Shell y BG- han firmado acuerdos para desarrollar proyectos en Libia.