Local

Ese triste apego del Betis a los quirófanos...

Ver a jugadores operados se ha convertido en una rutina año tras año en Heliópolis. En la temporada 2013-14 hubo catorce intervenciones.

el 02 ago 2014 / 16:05 h.

TAGS:

perquis Perquis, retorciéndose de dolor , es uno de los tres futbolistas que fue intervenido dos veces la pasada temporada. Álvaro Vadillo se pondrá en manos de un cirujano dentro de varias semanas. Siendo como es noticia, no se trata sin embargo de un acontecimiento inhabitual en el devenir del Betis. La relación entre el equipo de Heliópolis y los quirófanos es indisoluble desde hace años y no hay más que tirar de memoria y hemeroteca para confirmar esta triste realidad. A lo largo de la pasada campaña, sin ir más lejos, hubo la friolera de catorce operaciones. Sí, catorce. Once jugadores se vieron en ese trauma. El primero fue Vilarchao. También fue el último. En enero de 2013 se había roto el tobillo izquierdo y la lesión, en vez de mejorar, fue a peor tras la primera intervención. El 30 de julio, tras diez días tratando de trabajar con normalidad, vio que era imposible. Se sometió a una artroscopia y se le diagnosticaron tres meses de baja, pero el  tiempo pasaba y el tobillo no dejaba de martirizarlo. El 14 de abril fue operado del astrágalo en Vitoria por Mikel Sánchez, cirujano especializado en el uso de factores de crecimiento. Sólo en esta pretemporada ha vuelto a sentirse futbolista. El 4 de septiembre hubo doble comparecencia quirúrgica. A Chica le quitaron dos lipomas de grasa en la ingle y el abdomen, pero apenas estuvo dos días sin entrenarse. Más grave era lo que llevó a Sergio Rodríguez: una calcificación junto al tendón rotuliano de su rodilla izquierda. Estuvo quince días en blanco tras la extirpación. El 10 de octubre fue operado al fin Rubén Castro, que casi no se había entrenado en toda la pretemporada por unos problemas musculares que a los médicos les costó la misma vida descifrar. En los dos primeros meses de competición sólo intervino en un encuentro (Celta, el 25 de agosto... y marcó un gol). El dictamen definitivo fue una entesopatía crónica de los isquiotibiales. Antes había sido tratado de una ciatalgia en Barcelona. Se le pronosticaron seis semanas de baja, las cumplió y reapareció en el derbi de Nervión. Ya sólo se perdió un choque de Liga. El 3 de noviembre le tocó a Lolo Reyes, intervenido de urgencia por una apendicitis que le costó un mes de ausencia. Eso fue por la mañana. Por la tarde, Perquis chocó con el malaguista Fabrice y el resultado fue una doble fractura de mandíbula. Estuvo KO tres meses y medio, con tan mala suerte que a mediados de enero, la noche antes de reaparecer contra el Real Madrid, sufrió un cólico nefrítico y tuvo que volver al quirófano para que le extrajeran unos cálculos renales. El noviembre maldito continuó con Nosa, que el día 12 fue operado de una entesopatía crónica del abductor izquierdo. Permaneció más de tres meses de baja y casi no pudo celebrar su vuelta, ya que a los cinco minutos de su regreso volvió a lesionarse y el 7 de marzo se sometió a una artroscopia por una meniscopatía en la rodilla izquierda que lo retuvo otro mes en la enfermería. La lesión más grave se produjo el 12 de diciembre. Xavi Torres se rompió el tendón de Aquiles  en la Liga Europa contra el Rijeka y estuvo_cinco meses de baja. Desde entonces está inédito en la competición oficial. Los quirófanos se lo tomaron con más calma de ahí al final de la Liga, aunque aún volvieron a cruzarse en el camino del Betis tres veces. El 29 de enero recibieron a Paulao, víctima de una hernia inguinal en la pierna izquierda que lo tuvo casi dos meses sin jugar. El 27 de marzo los visitó Chuli, con una pseudoartrosis, aunque ya venía de no jugar desde febrero. El 28 de marzo, por último, Salva Sevilla recurrió a ellos porque se fracturó el segundo metacarpiano de su mano izquierda ante Keylor.

  • 1