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Espadas y González piden el voto a los barrios para liderar "el cambio"

El expresidente, un modelo para los socialistas frente a la “foto de Aznar” de Zoido, lanza un último mensaje: “No me falléis”.

el 20 may 2011 / 23:19 h.

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José Antonio Griñán, Felipe González y Juan Espadas, anoche, en el cierre de campaña en Amate.

El PSOE de Sevilla cerró la campaña de la crisis, la del desgaste de sus siglas, la de las concentraciones de votantes "indignados" en la calle situando en primer plano a su gran símbolo. Felipe González, el "mejor presidente del Gobierno", según José Antonio Griñán; la imagen que presidirá el despacho de Alcaldía, según Juan Espadas ; y el único que sigue consiguiendo que 2.000 personas como las que acudieron ayer al polideportivo de Amate coreen su nombre y respondan entusiasmados a un ruego : "Espadas es la mejor opción para la Sevilla de los sevillanos, para los barrios (...) Ni en los momentos difíciles, mis paisanos me fallaron, ahora que no pido nada para mí, no me falléis".

González se quiso presentar como símbolo de la capacidad del país por recuperarse de la crisis y sobre todo como reflejo del cambio capaz de experimentar el socialismo. Un mensaje que se ha ido imponiendo en el discurso del PSOE conforme han crecido las protestas ciudadanas. Ayer, en un barrio muy distante de la Encarnación, las miles de personas allí congregadas, y aquellas a las que este movimiento representa, estuvieron presentes en todo momento. Primero, en un discurso del candidato socialista dirigido al votante indiferente, al indignado: "Los jóvenes se manifiestan porque quieren que las cosas cambien y que los responsables políticos les demos respuestas. Tenemos que escucharles. Y ya lo hemos escuchado bien con nuestro programa. Hemos escuchado y el proyecto es el que necesita la ciudad. No vengo a pedir el voto para vivir de las rentas. Vengo a trabajar para cambiar las cosas, pero para bien, no como la derecha. Quiero darle la vuelta como un calcetín a la forma de gobernar". A ellos fue también un aviso: "Sólo cuando los ciudadanos no hablan, gana la derecha. Si se dice que no se vote, no hay alternativas, ¿entonces quién gana? La línea la retomó Griñán , hasta el punto de que admitió su "indignación" con la crisis económica, y se identificó con el lema de "basta ya". Pero de nuevo con el mismo matiz: "Indignarse no es suficiente, porque así no se resuelve la crisis, se resuelve participando. Uno se compromete votando, aunque sea enfadado, aunque sea un voto crítico, aunque sea sabiendo que nos hemos equivocado. El problema no es fallar, es no corregir los errores".

Y para Espadas, para Griñán, y para las personas que acudieron ayer a Amate, o que hace sólo unos días se levantaron de sus asientos cuando en Pino Montano José Luis Rodríguez Zapatero hizo un llamamiento a "la tierra de Felipe González" a movilizarse para "frenar" a la derecha, el expresidente del Gobierno representa la capacidad de cambio de los socialistas para adaptarse a su electorado y la experiencia a la hora de afrontar una crisis económica. Y de eso vino a hablar González: de la crisis, del desánimo, de la posible desmovilización similar a la que le provocó la derrota frente a Aznar en 1996: "Pido a los jóvenes que están en las plazas que no se dejen manipular, dicen que quieren cambiar la ley electoral, porque no se sienten representados. Pero en realidad en Sevilla hay 17 formaciones, 1.000 candidatos para 33 puestos. El que quiera otra opción, que se presente. Que la gente vote. Lo que me preocupa en estas elecciones es que aquí en Amate vote el 50% y en los barrios de la derecha el 80%". Y para movilizarlos, hizo un llamamiento casi personal al público entre el que siguen surgiendo voces llamándole guapo: "Es verdad que ni en los momentos difíciles mis paisanos me fallaron, ahora no os pido nada para mí, no me falléis".

Pero como subrayaron Griñán y Espadas -y aunque el mismo candidato destacara que aún hay que le promete el voto para Felipe González y no para él- son unas municipales. Y quién se la juega es Juan Espadas frente a Zoido. Y quien se la juega es el PSOE frente al PP, porque como recordó el propio expresidente fueron unas municipales las que trajeron "la oleada" de cambio al Estado en la transición. Y ahora son otros comicios locales los que pueden marcar un punto de inflexión para el gobierno autonómico y para el Ejecutivo central.

Y frente a la imagen de Felipe González, los socialistas tienen claro el contraste: el rostro de José María Aznar que, como repite Espadas en sus actos, "pondrá Zoido en su despacho cuando llegue". Son mensajes para conseguir una movilización por la que ha luchado con todos sus recursos el PSOE en esta campaña. Frente a un PP de bajo perfil y pocos actos -"Sólo un mitin frente a uno al día que hemos hecho nosotros-, los socialistas han puesto en marcha toda su maquinaria. Griñán, que cerró la campaña ayer en Sevilla ha centrado en la capital sus esfuerzos. La única ciudad andaluza a la que acudió Zapatero , la que ha contado con los dos referentes de la transición: Alfonso Guerra en la apertura -luego se apartó- y Felipe González en el cierre.

Perder la capital es más que perder una Alcaldía. De ahí la tensión ante unos comicios ajustados en los que ha entrado un factor imprevisto. Aquellos a los que todos miran: los indignados.

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