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Espadas y Torrijos se distancian, Zoido juega a la defensiva

Las diferencias sobre política económica y errores del PP marcan el primer debate de la campaña.

el 12 may 2011 / 22:41 h.

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Los candidatos a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), Antonio Rodrigo Torrijos (IU) y Juan Ignacio Zoido (PP), momentos antes del debate en TVE que se emitió la pasada medianoche.

A los pocos minutos de iniciarse el primer gran debate televisivo de la campaña , Juan Ignacio Zoido , aferrado a un cuaderno que retuvo en sus manos casi una hora, tuvo que disculparse. Se había equivocado. Había puesto como ejemplo de la falta de inversión, del abandono urbanístico y de los problemas socio-laborales a Bellavista por una supuesta visita realizada el miércoles. Pero cuando Antonio Rodrigo Torrijos empezó a contestarle defendiendo la intervención en ese distrito, el candidato del PP le paró y pidió disculpas. Se dio cuenta de que aunque de su boca había salido Bellavista, él pensaba en Su Eminencia, el barrio de su símbolo, Juan Gallardo.

En plena euforia por el error ajeno - "ya empieza a pedir perdón", le espetó el candidato de IU-, se interrumpió el debate. Un pájaro, no figurado, real, entró en escena. El moderador ordenó parar, y el montaje borró el corte de la emisión televisiva. A partir de ahí, todos a sus posiciones. Zoido, desarrollando una estrategia defensiva y jugando al no-debate; Juan Espadas , presentándose como un rostro y un discurso nuevo basado en lo realizado en estos años; y Antonio Rodrigo Torrijos, con su habitual tono ideológico y agresivo, repartiendo a diestra y siniestra -de nuevo no es algo figurado, dada su céntrica posición en el plató, giraba a uno y otro lado-.

En una campaña que se juega en una estrecha horquilla de votos y que sigue sin tener grandes debates que arrastren la contienda, los errores hay que rentabilizarlos. Más aún cuando afectan a un candidato, Zoido, que juega a la no-campaña, al perfil bajo de la última etapa antes de unas elecciones para las que ya tiene su electorado movilizado. Ayer, falló en una de sus especialidades, las referencias cercanas a los barrios. Y volvió a errar instantes después con una frase que arrancó la carcajada de sus adversarios: "Las políticas de PSOE e IU han generado empleo, perdón no lo han generado". Y no son los primeros fallos de esta última etapa. También entra en esta categoría sus palabras cuestionando la legalidad de la Torre Pelli que aprovechó Espadas: "La seguridad jurídica que usted pregona no es posible si traslada una imagen que pone en cuestión las obras más importantes de la ciudad. Y usted se va a Madrid y dice que va a revisar la licencia de la torre Pelli". Y el cabeza de lista del PP tuvo que volver a asumir su error y justificarse: "Fui a Madrid para atraer inversiones, y me preguntaron si revisaría la legalidad del proyecto. Y dije que sí, como con todo".

Fueron las pequeñas conquistas de PSOE e IU en un debate en que trataron de combinar la defensa de la gestión de estos años, nuevas propuestas -sin llegar a ninguna relevante- y sobre todo continuos intentos de sacar de su guión a Zoido. Pero fueron sólo pequeñas conquistas, porque en el grueso del debate no lo lograron. El candidato del PP se mantuvo firme en las líneas básicas de su discurso: PSOE e IU "son lo mismo" y son "herederos" de la gestión realizada durante estos años.

Si en el primer encuentro entre los candidatos- el celebrado en Giralda TV - la rígida fórmula evitó la confrontación y las interrupciones; en esta ocasión, en TVE , fue la ausencia de normas la que acabó por invalidar el debate. Los límites de tiempo se incumplieron -especialmente por parte de Torrijos y Zoido-, los bloques no se repartieron proporcionalmente y en ningún momento el moderador logró imponer su criterio. Los candidatos de IU y PP lo detectaron. Y lo aprovecharon constantemente: forzaron sus intervenciones hasta el límite excediéndose sensiblemente de los tiempos pactados. Espadas, por ingenuidad o por exceso de respeto, siguió en la línea acordada: turnos cortos, escuetos y concisos.

Si algo permitió el formato, sin embargo, fue que la principal prioridad de los ciudadanos en estos momentos, la economía y el empleo, centrase más de la mitad de la confrontación. Este bloque temático, el primero, acabó absorbiendo a los otros dos y borrando prácticamente del debate cuestiones como la corrupción -Zoido ya no necesita efectos como el de aquel fax de las facturas falsas del cara a cara de 2007-; la movilidad -apenas reducida a unos minutos-, el urbanismo -apenas alguna referencia a la Encarnación y ninguna a Tablada- o la reordenación administrativa y económica del Ayuntamiento de Sevilla.

Y en este tema, la economía, la campaña es un todos contra todos. Es el elemento en el que pueden diferenciarse PSOE e IU y la gran baza del PP para promover ese trasvase de votos que necesita. Ésta vez sobre la mesa se pusieron propuestas: Espadas planteó un "plan de choque" de inserción social en los barrios, y una red de comedores en colegios para fomentar la conciliación laboral; Torrijos un parque de economía social y una red de economatos baratos para las personas con necesidades; y Zoido, que anunció su intención de rebautizarse como "el alcalde del empleo en Sevilla", ofreció "más seguridad jurídica", "planes de formación cualificada" y consenso con empresarios y sindicatos.

Pero esta no es una campaña de propuestas. Y el debate no se centró en ellas. Torrijos quería distanciarse del "acrítico" PSOE. Y lo hizo en repetidas ocasiones: "El Gobierno de España ha realizado medidas contra el progreso y las conquistas sociales en nombre de la izquierda y con un partido que se reclama socialista (...) El PSOE tuvo hasta 2003 las políticas económicas locales, y no tomó ni una iniciativa, tuvo que venir IU a arreglarlo. No puede ofrecerse como izquierda quien destina su política fiscal a grandes fortunas, y se dedica a precarizar el empleo".

Espadas, que ha hecho bandera del distanciamiento con la política económica de IU, dio su respuesta: "No es día de dogmas ni de confundir. Hablamos de Sevilla, no de la economía mundial, pero esas políticas que critica están consensuadas con los sindicatos. El problema es que IU no sabe dónde situarse (...) IU ha tenido la responsabilidad de Empleo en el Ayuntamiento, tenía capacidad para desarrollar cosas, más de las que ha hecho. Ahora es el momento de un enfoque distinto con el PSOE". "Pero lo grave no es lo que dice Torrijos, sino lo que dice Zoido", zanjó en un momento Espadas ordenando así el ataque contra el adversario real. Zoido sólo tenía que esperar y, sobre todo, incidir una y otra vez en borrar cualquier diferencia entre PSOE e IU.

"Han pasado ocho años de gobierno PSOE-IU y aunque se dijo que se iban a crear 75.000 empleos, lo que hay son 78.000 parados más. Parece que Espadas no recibe una herencia y que Torrijos no ha llevado las políticas de empleo".

La economía y el empleo acabaron incorporando como un elemento más las políticas sociales, dejando sólo dos puntos más de confrontación. Por un lado, la seguridad, donde Zoido se hizo fuerte pese a los intentos del PSOE de desacreditarle por su etapa como delegado del Gobierno.

"Necesitamos 300 plazas de policía más y un modelo de cuerpo que no sólo se centre en tráfico". En realidad sus proyectos no difieren demasiado de los de PSOE e IU -salvo que la federación no respalda hablar de aumentar el número de agentes-, pero es una bandera que se ha ganado a pulso durante cinco años. El segundo tema fue la movilidad. Y, por muchos intentos, de PSOE e IU de destacar los logros de esta etapa y de subrayar que hasta el PP ha asumido ya peatonalizaciones y carriles bici y que se ha avanzado con el Metro y el tranvía, Zoido, con habilidad, se adueñó de los turnos de palabra: No se ha resuelto la movilidad, se ha improvisado. Quiero obras planificadas, reordenar y mejorar las líneas de Tussam y una red de aparcamientos subterráneos".

Queda la simbólica petición de voto: el PSOE buscando al votante que duda si ir a las urnas o si apoyar a Zoido; IU animando a los que duden si su voto es o no útil; el PP atrayendo al votante desencantado con PSOE e IU.

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