Economía

Espaldarazo a Riotinto

La presidenta de la Junta de Andalucía acude a las instalaciones del yacimiento para entregar en mano los permisos de transmisión de los derechos mineros y respaldar así un proyecto que creará empleo y riqueza en una comarca castigada.

el 11 abr 2014 / 22:39 h.

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JUNTA TRANSFIERE DERECHOS MINEROS PARA EXPLOTAR MINA RIOTINTO (HUELVA) A EMEDLa mina de Riotinto tiene ya en su poder los permisos para comenzar a exprimir el terreno y sacar del yacimiento onubense mineral y empleo. Con los papeles bajo el brazo, amplia sonrisa –que no transparentaba la crisis de Gobierno que había dejado en Sevilla–, pantalón vaquero y zapato sin tacón –o sea, dispuesta a entrar en la mina–, llegó ayer la presidenta andaluza, Susana Díaz, a las instalaciones del yacimiento, que la empresa Emed Tartessus tendrá en marcha durante el segundo semestre de 2015. Las cifras: 123 millones de toneladas de cobre que se extraerán a razón de 36.000 toneladas al año, y 1.400 puestos de trabajo, 400 directos. La presidenta llevaba en mano la documentación que acredita la transferencia de los derechos mineros a la empresa Emed Tartessus, filial de Emed Mining, que entregó al consejero delegado de la matriz y vicepresidente de su filial española, Isaac Querub. En el yacimiento, donde las oficinas repletas de actividad contrastaban con las oxidadas infraestructuras que se cerraron hace 13 años, el personal valoraba y mucho que Díaz, en vez de entregar los permisos en Sevilla, se hubiese desplazado hasta Cerro Colorado, la corta de la que comenzará a extraerse el metal, para hacer patente su respaldo al proyecto, que deberá iniciarse en seis meses. A su llegada la esperaban con un ramo de flores los hijos del director general de Relaciones Institucionales de la firma, Fernando Araúz. «Yo soy Susana, ¿y tú?» preguntaba la presidenta al hijo menor del directivo, que le respondía con timidez. El acto previsto era sencillo, pero formal. Ante numerosos invitados, entre ellos el presidente de la asociación de empresas mineras Aminer, Francisco Moreno; y el del Colegio de Ingenieros de Minas, Felipe Lobo. Se echó en falta a la alcaldesa del municipio, la popular Rosa Caballero. La presidenta llegaba acompañada del consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, y tras una breve exposición privada bajaba a la corta de donde saldrá el mineral. «Es una satisfacción estar aquí, porque dije que íbamos a poner todos los recursos de Andalucía al servicio del desarrollo económico y la creación de empleo,y el inicio de esta actividad supone abrir la puerta al desarrollo de una comarca que ha sufrido mucho», sentenció Díaz, que recordó que el paro en el entorno roza un alarmante 50 por ciento. Como agua de mayo esperan los posibles trabajadores que empiecen los contratos, por eso en los diez días que se han estado recogiendo currículum en los siete pueblos de alrededor se han alcanzado los 3.000. La previsión de Tartessus, donde ya trabaja medio centenar de personas en labores de mantenimiento, es incorporar de inmediato a más plantilla ya que en 18 meses deberán estar trabajando 250 personas en la mina y otras 750 de forma indirecta o inducida para acometer las infraestructuras de tratamiento y gestión de aguas, acondicionar las instalaciones de deposición de estériles y escombreras y las instalaciones auxiliares y las infraestructuras, y realizar sondeos sobre el terreno, detalló la Junta. En total, para recuperar la actividad se invertirán 315 millones de euros, de los que ya se han gastado más de 100. La mina tiene reservas localizadas para 14 años, aunque estudios en curso señalan que hay mineral para 23 años. Díaz describió la minería como «un sector activo, que genera riqueza y empleo y que cuenta con unas expectativas de futuro enormes», sobre todo en esta zona, situada sobre la mayor reserva de sulfuros polimetálicos de Europa Occidental. En toda Andalucía, 600 yacimientos mineros dan empleo directo a 5.000 personas y generan de forma indirecta 36.000 puestos de trabajo. También ahí fue clara la presidenta: «La recuperación económica llegará cuando lo sientan las familias», y no antes, y esto sólo ocurrirá de la mano del empleo, por lo que pidió una «segunda oportunidad» para la minería, como ya lo hizo para la construcción sostenible. En su discurso, la presidenta también mentó la bicha: no eludió citar por su nombre el «desastre» de Aznalcóllar, cuya balsa de residuos se rompió en 1998 inundando de lodos tóxicos el entorno protegido de Doñana. Lo hizo para recordar que la innovación, y la precaución, son los mejores antídotos, y los instrumentos para «pasar de esa concepción minera decimonónica a una minería responsable y equilibrada, respetuosa y propia ya del siglo XXI». Y también pidió «no demonizar» por aquello a esta nueva minería, a la que la administración vigilará de cerca porque se ha aprendido de aquella «trágica lección». Por eso, sólo para obtener la Autorización Ambiental Unificada (AAU) de la Consejería de Medio Ambiente, Emed Tartessus ha necesitado demostrar que cumplía con las «304 condiciones» requeridas. Coincidió el consejero delegado de la empresa, que admitió que lograr la transmisión de los derechos mineros había sido un camino «largo y arduo, pero hoy todo queda atrás». Han sido siete años de trámites, si bien Querub subrayó «el buen espíritu de colaboración» entre la Junta y Emed, «dentro del marco de responsabilidad de cada uno» para poner en marcha un proyecto «muy ambicioso en cuanto a técnica minera, medio ambiente e innovación».

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