La selección española buscará en su primer encuentro oficial en Riazor, de clasificación para el Mundial 2010, sentenciar con un triunfo el Grupo 5, estar virtualmente en Sudáfrica con pleno de victorias y acabar con las mínimas opciones de Bélgica, que se agarra al milagro.
Con la decepción ante los Estados Unidos en las semifinales de la Copa Confederaciones ya superada, el combinado nacional vuelve a escena, tras el amistoso del mes pasado ante Macedonia, con los contadores a cero, con un bloque consolidado, y con un único objetivo, el de obtener cuanto antes el billete que le sirva para regresar dentro de poco menos de un año al país africano, Sudáfrica.
Para ello, los de Vicente Del Bosque tienen gran parte del trabajo echo. Primera de grupo con 18 puntos, seis más que Bosnia, segundo clasificado, la campeona de Europa quiere rematar en estos dos partidos la clasificación. Un doble triunfo, unido a una derrota o un empate de los bosnios ante Turquía, convertiría en realidad la participación de España en el Mundial.
No olvida el seleccionador, ni ninguno de sus jugadores, que fue el estadio Rey Balduino, junto al Ali Sami Yen de Estambul con Turquía, el terreno donde más sufrió para mantener una victoriosa racha que se cerró en la Copa Confederaciones. En Bruselas (1-2), una obra de arte de Andrés Iniesta y la pegada de David Villa a pase de Dani Güiza a un minuto del final dieron un sufrido triunfo a los de Del Bosque.
En esta ocasión España pierde la magia de Iniesta, así como la fuerza en la banda derecha de Sergio Ramos, los dos en la recta final de la recuperación de sus lesiones. Sí estará Villa de inicio. Del Bosque ha zanjado el debate y para los encuentros en casa apuesta por dos delanteros.
La reacción del último encuentro de España, cuando en Macedonia remontó dos goles en la segunda parte, recuperando cinco centrocampistas quitando a Villa, no hace dudar al seleccionador. Ante Bélgica siempre tuvo claro que la pareja Fernando Torres-David Villa es inamovible. Unido al estado de medios claves para el segundo sistema, Marcos Senna y Cesc Fábregas que salen de lesiones musculares, decanta la balanza.
Apuesta sin bandas. Para ello España renuncia a los extremos. Juntará a tres centrocampistas -Senna, Xavi Hernández y Xabi Alonso- con un jugador con libertad de movimientos -David Silva-. Del Bosque destacó siempre la calidad del centro del campo belga y refuerza el suyo para ganar la batalla.
Aunque a Bélgica, cuarta de grupo a diez puntos de España, sólo le queda buscar el milagro frente a España. A los 'diablos rojos' sólo les vale ganar para mantener algunas posibilidades de clasificación al Mundial 2010.
"Será muy complicado pero en el fútbol nada es imposible. España es probablemente el mejor equipo europeo actualmente, pero en el partido de ida pudimos ganar", recuerda Franky Vercauteren.
los belgas, sin porteros. El nuevo seleccionador belga, que ha tomado el relevo del cesado René Vandereycken, está a la espera de la llegada en enero del holandés Dick Advocaat. En esta cita no podrá contar con sus porteros Stijn Stijnen, lesionado, ni Silvio Proto, que se quedó en casa por el nacimiento de su hijo. Será Jean-François Gillet, meta del Bari, quien defienda la portería.
Tampoco estarán por lesión sus defensas Jelle Van Damme ni Vincent Kompany, ni el centrocampista Axel Witsel, sancionado. La gran novedad será el regreso, tras dos años sin jugar con Bélgica, del delantero del Sion Emile Mpenza. Las otras grandes bazas belgas serán el centrocampista Steven Defour (que estuvo cerca de firmar con el Real Madrid este verano) y el joven Eden Hazard, futbolista del Lille francés, considerado como una de las futuras estrellas europeas.
