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"España está más cerca de América que de Rusia, diga lo que diga Europa"

Luis Navarro García, catedrático de Historia de América en Sevilla, acaba de ver premiada su trayectoria como investigador por el Banco Nacional de México.

el 31 ene 2014 / 21:50 h.

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Sevilla 16/01/2014 CatedraÃÅtico de Historia Luis Navarro<br /><br /><br />

FOTO: Pepo Herrera Vinculado a varias academias españolas e iberoamericanas, Luis Navarro García es uno de los americanistas más reconocidos, también un revisionista histórico al que no le tiembla el pulso al afirmar teorías que hoy desde ciertos sectores se ponen en entredicho. Su legado y contumaz estudio del pasado deberían servir –es su deseo– para que, con el tiempo, conozcamos más a nuestros vecinos del Nuevo Continente. Latinoamérica, Iberoamérica, Hispanoamérica... ¿con qué terminología hemos de quedarnos? La denominación más exacta es Hispanoamérica, pero hay razones por la que los latinos no quieren ser llamados así... no nos tiene que extrañar eso cuando tenemos aquí mismo a españoles que no quieren ser reconocidos como tales. Existe la idea de que los norteamericanos son los de verdad y los latinos los americanos de segunda fila. En Europa hay países anglogermánicos de primera y latinos de segunda. Se reproduce en el nuevo mundo lo mismo que en el antiguo. Iberoamérica sería un punto intermedio, fruto de la colonización del territorio por parte de Portugal y España. ¿Se estudia y se conoce lo suficiente a Iberoamérica? En absoluto. Solo hay que ver la escasa difusión de la historia de América en España. Sólo hay dos núcleos de investigación americanista:Madrid y Sevilla, únicos lugares en los que existe la Cátedra de Historia de América. España no es comprensible sin América; ningún otro país europeo puede decir eso. América no debería ser lo que es;un mero capítulo en los libros de historia de los institutos. Son tres siglos de relación de una complejidad e intensidad increíble. ¿Hemos superado definitivamente el sentimiento de pérdida de las colonias? Lo que queda hoy es un cierto resentimiento, como que nos habían traicionado en el momento histórico-social en el que más los necesitábamos, lo cual es incorrecto. Por nuestra parte no se comprendieron las razones serias y objetivas para que se produjera aquel distanciamiento. Un divorcio en 1800 no era algo muy normal. ¿Nos unen más cosas que nos separan? Somos diferentes pero tenemos mucho en común. Y no sólo hablo del idioma, que es fundamental. Por ejemplo, los bolivianos nacen hablando español. También es la religión porque, hoy seremos más o menos cristianos, pero en la formación de nuestros pueblos han pesado unos valores similares. Un cristianismo el nuestro con una acentuación especial que es el catolicismo, eso sí que diferencia a los iberoamericanos de los norteamericanos. Políticamente a la mayoría de los países americanos no les fue bien por sí solos. No bien, les fue fatal. Ha existido una tradición de culpar a España de las desgracias presentes en Iberoamérica. Se ha dicho hasta que Inglaterra formó sus colonias mucho mejor que España las suyas, lo cual es una falsedad monumental. Pero los pobres americanos tenían que culpar a alguien, cuando su mayor desgracia fue haberse separado de la metrópoli, de España. En ese momento cayeron en la anarquía tras tres siglos de perfectos gobiernos estables. Pero es comprensible porque, al separarse, ya no podían tener un rey (en México improvisaron a Agustín I y fracasaron): no hubo ni dinastía ni tronos, tampoco supieron hacer arraigar la democracia. Porque la democracia nunca se improvisa, esta es fruto de varias generaciones de práctica muy seria. En Iberoamérica lo que se ha dado es una sucesión de golpes de estado y regímenes dictatoriales. Hay colegas suyos y personalidades destacadas que lamentan que España nunca haya pedido perdón por la conquista de América, por todo el daño causado. Si hay un historiador que afirma tal cosa debería ser inmediatamente destituido. La conquista es lo de menos. Lo de más es la acción de España en América. Se lo resumiré diciéndole que fue una de las empresas más brillantes de la historia de la humanidad, lo cual no quita para que no se produjeran lunares, algunos puntos oscuros. Claro, como los encontrará en la gloria de cualquier país. ¿Quiere que hablemos de cómo se ha forjado Inglaterra o Italia? No hay obra perfecta porque el hombre es imperfecto. Pero se arrasó a la población... Se ha tejido mucho mito alrededor de esa cuestión. La destrucción de los indígenas no se debió a los malos tratos de los españoles sino a las enfermedades que involuntariamente llevamos y para las que allí no estaban preparados. En mi libro, Las claves de la colonización española en América se resume todo esto. Y no dedico espacio a los supuestos daños a la población, lo que resultó polémico cuando lo publiqué, hace ya bastantes años. ¿Cuál piensa que es la visión que hoy tienen de nosotros en Iberoamérica? La imagen de España que tienen la puede ver fácilmente: llueven los hispanoamericanos que salen de allá para acá. Hoy no tanto, claro. Pero que vengan aquí es algo lógico. Siempre que lo hagan al abrigo de una política de inmigración lógica, España al contrario que EEUU o Inglaterra a mediados del siglo XIX, nunca ha necesitado una inmigración masiva de brazos. Hablando de rupturas y separaciones, ¿la escisión de España que se plantea en Cataluña puede ser entendida a la luz de la historia? La tendencia a separarse existe en Cataluña desde hace mucho, ya se sabe que aquella tierra luchó en contra del resto de nuestro país por una cuestión dinástica. Ellos creen que ha llegado el tiempo de desprenderse de nosotros. Pero yo no veo ningún determinismo en ese asunto. Habría que tener habilidad para evitar la separación. A mí mi maestro, el doctor Calderón Quijano, me dijo una vez irónicamente que creía que Cataluña no se separaría jamás porque nunca se ha visto que la metrópolis se separe de las colonias. A lo mejor es que eso es lo que ha cambiado, que Cataluña ya no es metrópoli de nada. Europa crece pero ¿está España de verdad más cerca de Ucrania o Estonia que de México o Perú? Nuestro ámbito propio de expansión es Iberoamérica, incluyendo Filipinas. El problema es que la nueva Europa quiere ser la occidental y la oriental. Y eso es difícil porque el mundo eslavo es otra cosa muy distinta, alejada de nosotros. Estamos más cerca de América que de Rusia, diga lo que diga la Unión.

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