España exhibirá hoy su título mundial conseguido con clase en un partido amistoso con Argentina, que busca su destino tras un breve ciclo de Diego Maradona como seleccionador y con la necesidad del interino Sergio Batista de que lo ratifiquen en el cargo.
El equipo campeón en Sudáfrica percibió en cuanto llegó a Buenos Aires que es bienvenido como destinatario de múltiples elogios por su estilo de juego, por una estética llevada a la práctica con resonantes resultados.
"Uno no se puede morir sin haber intentado jugar como España", afirmó el centrocampista argentino Esteban Cambiasso. "España tiene respeto por la pelota", aseguró Batista. "Es el mejor equipo del mundo", indicó Lionel Messi.
En sintonía con esas afirmaciones, la afición demostró en las taquillas que el interés por este partido amistoso es genuino, y entonces se producirá algo que pocas veces ocurre con un choque no oficial, habrá tanto público en el estadio Monumental como en un Argentina-Brasil, el más atractivo cuando hay puntos en juego.
Si España ha demostrado con creces que juega bien y Argentina quiere hacerlo de la manera con la que se ha identificado históricamente, la propuesta no puede ser mejor.
El equipo que dirige Vicente del Bosque -quien ha avisado que un futbolista, y al cabo cualquier deportista, nunca se puede dar por satisfecho con lo logrado aunque parezca mucho- cuida su prestigio y afronta este encuentro con una seriedad probada con la convocatoria de una buena parte de los jugadores que ganaron el Mundial.
Argentina busca recuperarlo y los Messi, Mascherano, Di María, Higuaín, Diego Milito y compañía creen que tienen con qué, como está convencido Batista, que afirma que lo que hay que copiar de los españoles es el proyecto.
El aficionado argentino mantiene en observación a Messi, que no ha dado la talla con la albiceleste, especialmente cuando el equipo juega en casa y siente la presión de la grada como un incómodo elemento del entorno.
El seleccionador indica que debe jugar como lo hace en el Barcelona y que hay que descargar el peso de la mochila que le han puesto los que lo ven como el salvador del equipo o como el que se lo tiene poner sobre sus hombros.
Batista ha recuperado para la selección a Banega, Zanetti, Gabriel Milito, Cambiasso y Andrés D'Alessandro, quienes no fueron convocados para el Mundial de Sudáfrica, y citó a Gago, que quedó al margen de este partido por una lesión.
Buenos Aires no es una ciudad que se le haya dado muy bien a la selección. La Roja ha jugado en la capital argentina en 5 ocasiones y sólo en una ha sido capaz de ganar. Fue, precisamente, la última vez que jugó en Buenos Aires cuando España se llevó la victoria.
Era el 11 de junio de 1978 y la selección ganó (1-0) a Suecia en el Mundial de Argentina, un torneo en el que España cayó en Buenos Aires (2-1) ante Austria y que pasó a la historia de la Roja por el gol fallado por Cardeñosa ante Brasil.
Los otros tres encuentros que ha disputado España en Buenos Aires han sido ante Argentina, equipo con el que no juega como visitante desde 1974. Fue en la Copa Hispanidad y el partido acabó 1-1. La anterior ocasión que la selección visitó Argentina fue en 1960 y la albiceleste ganó sin muchos problemas (2-0).
El primer choque entre ambas disputado en la capital argentina fue el 5 de julio de 1953 y el duelo acabó con triunfo local (1-0).
