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España fija la vista en australianas, rusas y americanas

La selección femenina española derrocha ambición en la primera ocasión en la que ha conseguido encadenar dos participaciones olímpicas consecutivas, un territorio donde espera estar lo más cerca posible de las grandes favoritas: rusas, australianas y estadounidenses.

el 15 sep 2009 / 09:27 h.

La selección femenina española derrocha ambición en la primera ocasión en la que ha conseguido encadenar dos participaciones olímpicas consecutivas, un territorio donde espera estar lo más cerca posible de las grandes favoritas: rusas, australianas y estadounidenses.

Esta es la tercera presencia de España en los Juegos. Tomó parte en Barcelona'92 como anfitriona, firmó un meritorio quinto puesto y ya no volvió a situarse bajo la sombra de los cinco aros hasta Atenas 2004, cita de la que salió en sexta posición. Nunca antes había asistido a dos ediciones olímpicas seguidas, pero eso no le resta ni ambición ni sentido común.

Australia es la actual campeona del Mundo; Estados Unidos, oro olímpico, y Rusia, la reina de Europa. Estas tres selecciones están llamadas a pelearse por el podio. De hecho, las australianas y las estadounidenses acaban de enfrentarse en el prestigioso torneo Diamond Ball, cerrada con un apretado triunfo de las americanas (71-67).

En Atenas 2004 jugaron la final y el oro acabó en manos de las chicas de las barras y las estrellas. El último podio olímpico recibió a estas dos selecciones y, en el tercer escalón, a la selección rusa. Es decir, que todo sigue igual. Aunque eso no resta ilusiones ni esperanzas al conjunto dirigido por Evaristo Pérez, actual subcampeón europeo y con una racha de medallas que abarca cuatro metales europeos consecutivos (tres bronces y la plata del Europeo 2007, disputado en Italia).

"Superar los cuartos de final sería luchar por las medallas y eso es un sueño. El escalón de cuartos parece muy simple, pero es un escalón muy grande. Acceder a cuartos y convertirse en finalista olímpica ya sería un gran éxito. Si lo superamos y luchamos por las medallas sería inimaginable", indicó a EFE el seleccionador nacional español.

Para intentar el asalto a los cuartos es necesario colocarse antes entre los cuatro primeros del grupo de la primera fase. En el A van a competir Brasil, Australia, Brasil, Corea, Rusia y Letonia. En el B aparecen España, Estados Unidos, China, Mali, Nueva Zelanda y la República Checa. El debut de España es el 9 de agosto contra China, el equipo anfitrión, a las ocho y media de la mañana hora española (14.30 hora local).

Este es un detalle que no agrada en absoluto al técnico de España: "No me gusta debutar contra China, pero como es lo que hay, no pierdo ni medio segundo lamentándome. Hemos trabajado para hacernos fuertes ante cualquier adversidad. Ojalá no nos cueste entrar en competición".

"Nuestra responsabilidad es intentar ganar por lo civil o por lo criminal a Nueva Zelanda y a Mali para luchar por la segunda, la tercera y la cuarta plaza con la República Checa y China, que ha evolucionado muchísimo y ya no hace el típico juego asiático. Las chinas son ganables, pero terribles", aseguró a EFE el seleccionador nacional de las subcampeonas de Europa.

Al margen del debut y de la constante y lógica referencia al 'partido a partido' que impera en el baloncesto y en los deportes donde la fanfarronería está de más, España se ha ganado el derecho a soñar.

"Un despiste y podemos perder contra cualquiera. Un mal día y cualquiera te puede ganar. De igual modo, podemos ganar a quien sea. Los Estados Unidos son accesibles y, ahora mismo, Australia y Rusia no tienen nada que envidar al equipo americano. Lo que ocurre es que Estados Unidos se mentaliza muy bien para las citas olímpicas, pero las campeonas del mundo son las australianas", recordó a EFE Evaristo Pérez.

El técnico resaltó que "una de las grandes bazas es que España funciona muy bien como equipo", subrayó que "entre los tres grandes hay muy pocas diferencias" y expresó la esperanza de "competir para disfrutar y disfrutar para competir" en unos Juegos Olímpicos, "algo que no se olvida nunca en la vida".

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