Con el pensamiento puesto en Irak, Benedicto XVI celebró ayer el segundo consistorio de su pontificado, en el que nombró 23 nuevos cardenales a los que advirtió contra el "poder y el éxito" y les reiteró que la grandeza cristiana "no está en dominar, sino en servir". El Pontífice entregó el capelo cardenalicio a tres españoles, dos argentinos, un mexicano y un brasileño. Los nuevos purpurados españoles son el arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, el de Barcelona, Luis Martínez Sistach, y el jesuita Urbano Navarrete.
El Papa aprovechó su intervención para denunciar la situación en la que viven actualmente los cristianos en Irak e imploró a Dios "la deseada reconciliación y paz" para todos los pueblos que viven en el país árabe.
buenas relaciones. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acudió ayer al nombramiento de los cardenales, y constató el "buen momento" que atraviesan las relaciones bilaterales entre España y la Santa Sede.