Economía

España lidera el rechazo a que se trabaje 65 horas a la semana

A trabajar más. Varios años llevaba bloqueada la directiva europea que amplía la semana laboral de 48 a 65 horas, pero ayer dio un paso definitivo con la rotunda oposición del Gobierno español, que la considera una regresión que conduce a Europa al siglo XIX.

el 15 sep 2009 / 06:09 h.

A trabajar más. Varios años llevaba bloqueada la directiva europea que amplía la semana laboral de 48 a 65 horas, pero ayer dio un paso definitivo con la rotunda oposición del Gobierno español, que la considera una regresión que conduce a Europa al siglo XIX.

España trata en estos momentos de recabar el apoyo de otros países de la UE para frenar la posible ampliación hasta 65 el tope de horas de trabajo semanal, una propuesta que para el ministro español de Trabajo, Celestino Corbacho, acerca a Europa "más al siglo XIX que al siglo XXI".

El ministro, que abandonó Luxemburgo rumbo a Ginebra antes del fin de la reunión con sus homólogos comunitarios, cargó con dureza contra la reforma de la directiva de Tiempo de Trabajo que los Veintisiete trababan de sacar adelante.

"Creo que es una regresión en la agenda social. Me ha sorprendido mucho que se hable de 65 horas laborables a la semana y que además se diga que es un avance social", indicó.

Para Corbacho, esta medida es "algo que a los ciudadanos y a las ciudadanas les va a costar entender". "Que Europa no se sorprenda después si los ciudadanos se distancian cada vez más" de la Unión, advirtió. El texto presentado por la Presidencia de turno eslovena -al que España se oponía, pero que era considerado positivo por una mayoría de países-, recogía un tema de fondo: 65 horas.

Corbacho aseguró que el Gobierno español cree que el nuevo tope de 65 horas que sería posible en caso de acuerdo entre el empleado y el empresario supone "una regresión en la agenda social". Por ello, España trata de recabar apoyos en contra de la directiva, después de que los que fueran sus principales aliados -Francia e Italia- hayan cambiado su postura en los últimos meses.

Corbacho admitió que es poco probable que el texto pueda ser bloqueado, pues hay una clara mayoría de países a favor. El ministro criticó que, tal y como está planteada la propuesta de la directiva, la negociación entre el trabajador y el empresario sobre la jornada laboral sería individual y "nunca de carácter colectivo".

Durante varios años la directiva ha estado bloqueada por las posturas enfrentadas de dos grupos de países: los partidarios de eliminar las excepciones que permiten rebasar el máximo de horas (España entre ellos) y los que quieren establecer una jornada más extensa.

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