Vida en sombras, la hipnótica película que Lorenzo Llobet Gràcia rodó en 1948 con Fernando Fernán Gómez y María Dolores Pradera, consiguió que España estuviera finalmente presente, aunque fuera en la jornada de clausura y con una reposición, en la 65a Mostra de Venecia.
Programada en los eventos fuera de concurso, completada con el documental Bajo el signo de las sombras (1984), de Ferrán Alberich, y proyectada en una de las salas pequeñas del Palazzo del Cinema, Vida en sombras fue el peculiar guiño a la cinematografía española propuesto por el festival.
En un año en el que las recuperaciones y las restauraciones han tenido un papel importante -desde Yuppi Du (1975) a El ladrón de bicicletas (1948) pasando por toda la retrospectiva Questi fantasmi: Cinema italiano ritrovato- tenía coherencia la presencia la película de Llobet Gràcia (1911-1976), una de las joyas atípicas del cine español durante la dictadura franquista.
El realizador barcelonés lanzó con ella su canto de amor a su profesión con la historia de Carlos, un niño que nace durante una de las primeras proyecciones realizadas en España con el invento de los hermanos Lumière y cuya vida estará irremediablemente ligada al séptimo arte.
Sin opciones de rueda de prensa, el catálogo del festival define Vida en sombras como "una excepción en el panorama cinematográfico español".