España es el cuarto país de la UE que más ha progresado en reducir las muertes por accidente de tráfico y es una de las seis naciones que puede cumplir el objetivo marcado en 2001 de disminuirlas un 50% en diez años.
España sólo se sitúa por detrás de Luxemburgo, Francia y Portugal que, por su parte, han logrado reducir desde 2001 estas cifras un 49%, un 48% y un 47%, respectivamente, de acuerdo con el tercer Informe anual PIN del Consejo Europeo de Transporte. Los datos de este documento reflejan que en 2008 fallecieron en España 3.082 personas, un 44,1% menos que en 2001, frente al 28% de media en la Unión Europea.
Entre las causas de este descenso de víctimas en la carretera destaca sobre todo la implantación de carné por puntos -que ahora cumple tres años de vigencia- y el cambio de mentalidad en la ciudadanía, que comienza a valorar sobremanera lo importante que puede ser para su vida respetar las normas y directrices que marca la Dirección General de Tráfico incluso en los desplazamientos para cortas distancias, que suponen un gran peligro dado que el conductor tiende siempre a bajar la guardia. Por parte del Gobierno, además de las campañas de concienciación, el esfuerzo se ha desarrollado también con 2.000 agentes más de la Guardia Civil que controlan las carreteras y el tráfico y la subida del número de radares en otros 800 -500 fijos y 300 móviles-, un cifra que prevé aumentar hasta 2.000 en 2010.
Otro de los factores que ha permitido que los conductores levanten el pie del acelerador fue la reforma del Código Penal, que tipificó como delito el exceso de velocidad en 60 kilómetros. Gracias a ello, el número de coches detectados a más de 140 kilómetros por hora descendió notablemente un 6,8% en 2995 y un 0,8% el pasado año. Respecto al abuso del alcohol al volante, las autoridades han doblado el número de controles en las carreteras hasta llegar a los cinco millones durante el último año. Los resultados de estos análisis reflejan que el número de positivos pasó del 4,3% al 1,9%.
De la misma manera, la utilización del uso del cinturón de seguridad ha subido en 10 puntos y ya es una práctica que en carretera es casi universal, aunque aún hace falta más concienciación ciudadana para emplearlo siempre durante los desplazamientos dentro de la ciudad. Por otra parte, la Dirección General de Tráfico también ha celebrado que más del 99% de los motoristas se pongan el casos para todos sus desplazamientos, incluidos los de pequeñas cilindradas.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha señalado que para que una política de seguridad vial tenga éxito hay que tener "un discurso razonable, coherente y pedagógico, que lo pueda entender el ciudadano y que impida ir dando bandazos", que debe ir acompañado de medidas "para que sea creíble" y de una "tercera pata, la movilización social para que los ciudadanos estén también detrás de la política de seguridad vial".
Navarro ha situado como el primero de los "hitos" conseguidos en los últimos años -desde que es director general de Tráfico- la creación en julio de 2004 del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, que centraliza la recogida de datos de la siniestralidad y coordina la investigación en esta materia, "una experiencia de éxito que están copiando en Iberoamérica". Otro de los aspectos destacables para Navarro ha sido la inclusión de la seguridad vial dentro de la educación obligatoria, concretamente en el programa de la asignatura Educación para la Ciudadanía.