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Televisión

«España no es un país de cotillas»

El presentador de televisión comenzó su carrera profesional en la radio, pasando por la Cadena SER y Onda Cero.

el 25 feb 2010 / 20:54 h.

El presentador de televisión comenzó su carrera profesional en la radio, pasando por la Cadena SER y Onda Cero. Programas informativos, magacines, debates y su etapa como corresponsal de El Correo de Andalucía durante todos estos años hacen que hoy día siga siendo un apasionado de la actualidad

-¿Cuál es el secreto de DEC para llevar casi siete años en antena?                              

-El secreto es, sobre todo, trabajar, porque en el secreto del éxito interviene un poco la suerte, pero sobre todo tener ciertas capacidades y saber entender lo que quiere el público en determinados momentos. Y aún trabajando mucho, las cosas a veces no salen bien.

-¿Qué te parece la llegada de otros formatos parecidos a DEC a la noche de los viernes?

-Haber cumplido siete años es un éxito rotundo y sigue siéndolo, porque pocos programas en este momento en la parrilla llegarán a cumplir en los próximos años dicho período en antena. La llegada de otros formatos parecidos simplemente ha hecho que la tarta esté un poco más repartida y que cada semana haya una lucha por tener un punto más que el otro. También hay que pensar que los éxitos no son eternos. Esto es la televisión.

-Pero... ¿en qué se diferencia DEC de esos otros formatos?

-En el bagaje, en la manera de enfocar determinado temas, en la personalidad en sí que tiene DEC desde hace casi siete años...

-¿Qué crees que busca el público en los programas de crónica social?

-Es el mismo interés que puede despertar en la sociedad británica o americana y, además, si vemos los rotativos de estos países, allí sí que se va más allá que aquí, aunque no lo parezca. A todos nos interesa qué ocurre en el día a día de los personajes populares, pero no sólo ellos, en cualquier oficina, en cualquier bloque de pisos, los comentarios, los rumores, el saber qué ocurre está a la orden del día. La televisión no deja de ser un reflejo de la sociedad y de lo que ocurre en el día a día.

-¿Todos somos un poco cotillas?

-Hay grados, pero me niego a aceptar la máxima de "España es un país de cotillas" porque creo que algunos de esos críticos deberían ver qué se hace en otros países con relación a la crónica rosa.

-¿A quién cuesta más callar: a María Patiño y compañía o a Latre?

-Yo creo que algunas veces cuesta más callar a determinados invitados que a Latre, María y compañía, pero si hay que sacar el carácter y levantar la voz lo tengo que hacer yo porque ése es mi papel. Dentro de lo que cabe se puede entender que es lo que ocurre dentro de un plató de televisión.

-¿Pero Jaime Cantizano se enfada?

-Yo llego a un programa en el que los periodistas ya llevaban muchas horas de vuelo. Soy un chico joven y tuve que imponerme sin levantar la voz y acabar teniendo un papel muy claro. Me enfado lo que se ve y lo que no, alguna vez he levantado la voz con educación o he pegado un zapatazo, pero como nos conocemos tanto, nadie se enfada. María Patiño me dice que tengo "una sonrisa de hierro" (risas).


-¿Qué te suelen decir por el pinganillo?


-Tengo una relación muy particular con los directores que han pasado por el programa porque no sólo me hablan de irnos a publicidad o vamos a introducir este tema, sino que hay veces que me indican que mire a determinada persona para que vea qué está haciendo, me cuentan qué van a hacer el fin de semana, me cuentan un chiste o se ríen. Muchas veces me ocultan información para ver mi reacción cuando sucede.


-¿Cómo evita reírse?
-Hago verdaderos esfuerzos, pero he aprendido a que una parte de mi cerebro vaya por donde tiene que ir y la otra parte se dedique a prestar atención a esos comentarios. Es una herramienta de trabajo más.


-¿Te imaginas al frente de otro tipo de programas?
-Me apasiona la actualidad, las entrevistas, el reporterismo... Vengo de la radio, donde hice prácticamente de todo y por eso me considero flexible.


-¿Podrías volver a la radio?
-Me encantaría volver a la radio y combinarlo con la televisión, algo que ya he dejado caer en diversas ocasiones. Por supuesto la popularidad es menor, se gana menos, pero tiene un encanto que, evidentemente, no tiene la televisión.


-¿Cuándo empezó su afición por el mundo del vino?


-Soy de Jerez de la Frontera, donde hay una magnífica tradición relacionada con el fino, el vino, el amontillado, el oloroso... eso siempre ha estado ahí, y ahora, más recientemente, me he acercado al mundo de los tintos gracias, en parte, a dos amigos, Carlos y Jorge, que ellos sí saben mucho más, y he ido descubriendo qué hay detrás del mundo del vino, los secretos, su cultura...


-¿Con qué persona que no conoces te gustaría tomarte un vino y conocerla?


-Habría muchísima gente , desde Antonio Gala a Rafaela Carrá pasando por Obama, imagínate qué diferentes.

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