Economía

España pierde su atractivo

España ya no es lo que era, al menos ante los ojos de los inversores extranjeros. El país ha perdido nada menos que 18 puestos en el índice de confianza que depositan en él en el exterior y se ha quedado fuera de la lista de los 25 destinos más atractivos para emplear el dinero.

el 15 sep 2009 / 00:05 h.

España ya no es lo que era, al menos ante los ojos de los inversores extranjeros. El país ha perdido nada menos que 18 puestos en el índice de confianza que depositan en él en el exterior y se ha quedado fuera de la lista de los 25 destinos más atractivos para emplear el dinero.

España quedó excluida de los 25 destinos más atractivos de inversión extranjera en 2006, según el Indice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (FDI Confidence Index) elaborado por ATKearney. En concreto, perdió 18 puestos tras pasar del número 17 en 2005, al 35 al año siguiente.

Los primeros puestos del FDI fueron, en este orden, para China, India, Estados Unidos y Reino Unido, que se mantuvieron en la misma posición que en 2005. Les siguieron Hong Kong, Brasil, Singapur, Emiratos Arabes, Rusia y Alemania, que cerraron la lista de los 10 primeros. Tras éstos se situaron Austria, Vietnam, Francia, Canadá y Japón, así como Malasia, países del Golfo Pérsico, Sudáfrica, México y Turquía. Los últimos puestos fueron para Indonesia, Polonia, Asia Central, Corea del Sur y República Checa.

El senior director del Global Policy Council y autor del estudio, Martin Walker, explicó que fueron las preferencias europeas las que eliminaron a España del grupo de los más atractivos. Así, España se situó en el número 47 de la lista de países preferentes para los inversores europeos, mientras que ocupó los puestos 22 y 33 en el ranking de preferencia de norteamericanos y asiáticos, respectivamente.

Asimismo, Walker señaló que "España ha experimentado un declive desde 2002, año en el que consiguió su mejor posición, el puesto 7". Desde entonces, ha ido cayendo a los puestos 10 (2003), 13 (2004) y 17 (2005).

"Los inversores ven que España está bien, pero no es un país en el que hay que estar, como Estados Unidos, Reino Unido o China, entre otros", aseguró el responsable del estudio. Por este motivo, Walker indicó que el país "tendrá que estar atento a qué es lo que quieren los inversores". En este sentido, citó aspectos como la existencia de una fiscalidad predecible, la igualdad de condiciones entre las empresas locales y las extranjeras, la seguridad de las inversiones y la escasa intervención estatal.

Walker explicó que una de las dificultades "que siempre ha tenido España" es su posición geográfica, ya que "no es un punto natural de entrada para los inversores". No obstante, apuntó al fuerte crecimiento de la región del Sur del Mediterráneo y al crecimiento del puerto de Tanger como dos oportunidades de las que podrá aprovecharse para mitigar esa desventaja.

A pesar de ello, el autor del estudio puntualizó que hay campos en los que España "es un jugador importante" como las energías renovables o la banca. "Ha cambiado algo fundamental en la naturaleza de la economía española, porque ha pasado de ser un país emergente, que importaba inversiones, a ser una economía madura, que las exporta", añadió.

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