Los primeros entrenamientos de la selección española en Suráfrica dejaron la buena noticia para Vicente Del Bosque de la recuperación de los tocados Gerard Piqué y David Silva, que se entrenaron al mismo ritmo que el grupo en el Olympiapark Stadion, un campo de rugby acondicionado. Por la tarde, en cambio, se retiró Busquets.
La ciudad de Rustenburgo comenzó a disfrutar del ambiente de la Copa Confederaciones con el primer entrenamiento de España. Unos 1.200 aficionados, la mayoría de ellos niños de un colegio, enloquecieron con los internacionales españoles y los recibieron al ritmo de cánticos tribales. Conocían el nombre de los 23 elegidos y ni el frío ni la lluvia impidieron que calentasen con sus canciones los minutos previos a la primera sesión de trabajo y que coreasen cada jugada, celebrasen cada gol como si fuese un partido oficial.
En un entrenamiento matutino, de hora y diez minutos de duración, la buena noticia la protagonizaron Piqué y Silva. Si ante Azerbaiyán ya participaron en la segunda parte Puyol y Sergio Ramos, los otros dos jugadores que arrastraban molestias musculares y en el pubis, respectivamente, Del Bosque comprobó ayer que los otros dos también lucharán por ganar la Copa Confederaciones a partir del próximo domingo. Piqué y Silva superan sus molestias en los abductores y completaron todo el entrenamiento.
La sesión acabó con lanzamientos a puerta de faltas al borde del área, con las habituales bromas de los jugadores de campo con los porteros, que ayer tuvieron trabajo más fuerte separados del grupo en gran parte de la sesión. La lluvia, que no había cesado desde que hace 24 horas aterrizó España en Suráfrica, paró dos horas coincidiendo con el entrenamiento. Desde las 18.30 horas, la selección española completará la doble sesión de trabajo planificada por Del Bosque.
Por la tarde, sin embargo, Sergio Busquets se retiró a los cuarenta minutos del entrenamiento vespertino en el Olympiapark Stadion, con una sobrecarga muscular en recto anterior de su pierna derecha. El centrocampista barcelonista no acabó el entreno por una sobrecarga muscular que sintió cuando los internacionales españoles afinaban la puntería. Minutos antes del final del entrenamiento vespertino también se retiraron por precaución Sergio Ramos y Piqué, dos de los cuatro tocados.
