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España se adelanta a la norma europea de uso de plaguicidas

Es una de las conclusiones del Symposium de Sanidad Vegetal celebrado en Sevilla

el 31 ene 2010 / 21:07 h.

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La legislación española se ha anticipado a los contenidos de muchos de los puntos de la directiva de uso sostenible de plaguicidas y del reglamento de comercialización básicamente en formación, GIP (Gestión Integrada de Plagas), aplicaciones aéreas e inspección de maquinaria. Ésta es una de las principales conclusiones extraídas del undécimo Symposium Nacional de Sanidad Vegetal celebrado en Sevilla durante la pasada semana y que reunió en la capital hispalense a 550 asistentes y a 13 empresas expositoras.

Otras ideas de interés que se pueden destacar, derivadas del evento, es la sensibilidad de las Administraciones con respecto a las aplicaciones aéreas, específicamente en olivar, arroz y forestales. Asimismo, los pilares más importantes de la nueva Directiva son la salud humana, la protección al medio ambiente y el desarrollo de la gestión integrada de plagas, si bien deja en segundo término aspectos agronómicos fundamentales.

Pero a grandes males, grandes soluciones. El control biológico, complementado con tratamientos fitosanitarios y técnicas de confusión sexual entre insectos, son algunas de las alternativas que se presentan ante la reducción de materias activas del 75% que contemplaba la anterior normativa (Directiva 91/414/CEE) y las restricciones de la nueva directiva, que también obliga a la reducción del 50% de productos empleados por los agricultores.

En los últimos años se ha incrementado en España el uso de técnicas de control biológico, no sólo contra plagas que afectan a cultivos agrícolas sino también que afectan a parques y jardines. Actualmente hay empresas que comercializan enemigos naturales destinados a combatir plagas con resultados exitosos.

En la comunidad, hay cultivos que están viendo especialmente afectados por la normativa europea. Éste es el caso del olivar, ya que en Andalucía se encuentra el 61% de la superficie y el 81% de la producción de aceituna. Las hectáreas han ido aumentando en los últimos años y asociadas a ese crecimiento se han incrementado los ataques de la Verticilosis del Olivo (VO). Las dificultades de controlar la enfermedad justifican la creciente alarma generada en el sector y la consideración de la Verticilosis como la enfermedad más importante del olivar tanto en España como en la mayoría de los países productores del mundo, según José Bejarano Alcázar, investigador del área de Protección de Cultivos del Ifapa Centro Alameda del Obispo de Córdoba.

Por su parte, Pablo Alvarado, jefe del Departamento de Fitopatología del Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Huelva, explicó durante las jornadas que el control biológico en los fresales de Huelva puede ser una realidad, ya que reúne unas buenas condiciones climáticas y que las diferentes estrategias de control biológico han demostrado que técnicamente se puede implementar con apoyo de algún tratamiento plaguicida compatible, aunque sea caro. "La experiencia en otros ámbitos de aplicación demuestra que los costes irán disminuyendo a medida que se vaya optimizando la técnica y se aumente la superficie", destacó.

Otro de los cultivos andaluces que se ha visto muy afectado es el tomate. Tomás Cabello, catedrático de Entomología del Departamento de Biología Aplicada de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Almería, planteó las estrategias de control biológico de tuta absoluta (polilla del tomate) en Andalucía en cultivos protegidos -en invernadero o bajo malla- en ciclo de otoño-invierno y en cultivos al aire libre -tomate en fresco o para industria- en ciclo de primavera-verano, que se llevan a cabo desde 2007 en el primer caso entre la Universidad de Almería y la empresa Agrobío, con la colaboración del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias. En el segundo caso, en cultivos al aire libre, se encuentra en estudio, pero la estrategia pasa por una adaptación del control biológico desarrollado en invernaderos.

Uno de los asuntos que preocupan a los agricultores andaluces, sobre todo en el Bajo Guadalquivir, es la prohibición de la pulverización aérea. Esto afecta especialmente al arroz -también al olivar-, aunque la Consejería de Agricultura andaluza insistió durante la pasada semana que defenderá los tratamientos de este tipo que estén "justificados y con garantías" para la lucha contra las plagas de los cultivos, según expuso la secretaria general del Medio Rural y la Producción Ecológica de la Junta, María Isabel Salinas.

Como eurodiputada que fue, durante la inauguración del Symposium explicó que ha seguido muy de cerca la directiva y el reglamento y considera que es perjudicial para Andalucía porque se han tomado determinadas decisiones sin realizar un informe de impacto.

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