España y Brasil, las dos grandes favoritas al título, lograron la clasificación para las semifinales del Mundial de Fútbol Sala tras superar a Argentina (2-1) e Italia (3-0), respectivamente, en una jornada cargada de goles, polémica y tensión.
En Brasilia, la selección española consiguió su segunda victoria en esta segunda fase del torneo y el consecuente acceso a las semifinales de la competición, tras un trabajado triunfo ante Argentina por 2-1.
Fernandao, al cuarto de hora, consiguió poner por delante a "la roja" con un fuerte disparo desde fuera del área. Pese a disponer de buenas oportunidades, España no pudo marcar otro tanto y vio como a falta de dos segundos para el descanso, el capitán argentino Hernán Garcías hacia el empate tras una buena jugada individual.
En la reanudación España salió a asegurar su clasificación y un remate al palo de Javi Rodríguez a los 23 minutos lo aprovechó Ortíz para batir a Javier Guisande.
En el otro partido del grupo E, Rusia y Paraguay protagonizaron un eléctrico encuentro (5-4) que terminó con gran polémica y pelea final, después de que Rusia anotara su quinto gol a falta de un segundo tras una escandalosa falta de Pula a un rival que los árbitros no sancionaron.
El brasileño nacionalizado ruso y el paraguayo Fabio Alcaraz fueron los grandes protagonistas del choque, con tres goles cada uno.
Los europeos inauguraron el marcador con Pula y ampliaron cuando Vladislav Shayakhmetov transformó un doble penalti, pero antes del descanso José Rotella acortó distancias para los guaraníes de penalti.
En el segundo tiempo, Alcaraz empató con su primer gol de la tanda personal y a la media hora de juego el mismo jugador puso en ventaja a su equipo.
Diecisiete segundos después, Pula empataba el partido de penalti y el mismo jugador puso en ventaja de nuevo a los rusos con su tercer gol en el encuentro y decimoquinto del campeonato.
Alcaraz no quiso ser menos y firmó el empate a cuatro a falta de dos minutos.
Cuando todo parecía que terminaría en empate, a tres segundos del final, Pula robó la pelota con clara falta y sirvió en bandeja para el máximo anotador del torneo, Damir Shayakhmetov, quien sentenció el 5-4 final ante la protesta airada de los suramericanos.
Donde también hubo pelea fue en el Brasil-Italia, partido en el que los 28 jugadores que suman entre ambas selecciones nacieron en tierras brasileñas.
Con el primer puesto del grupo E en juego, los anfitriones se reconciliaron con su público tras el pírrico 1-0 de ayer ante Irán y golearon a los subcampeones del mundo por 3-0.
Brasil siempre llevó la iniciativa y su buen juego y dominio lo escenificó Schumacher con un gol a los 12 minutos. Poco después, Lenísio marcaba el segundo para los brasileños, que pasaron por encima de su rival, y en el segundo tiempo Arí decretó el 3-0.
En el tramo final de la primera parte, Falcao hizo las delicias de la afición carioca que casi llenó el Maracanazainho de Río de Janeiro con demostraciones de su técnica extraordinaria que le hacen merecedor al título de mejor jugador del mundo.
En el entretiempo, una bochornosa pelea en el túnel de vestuarios terminó con las expulsiones del brasileño Betao y el italiano Forte y fue así como la segunda parte se inició con cuatro jugadores en cada equipo, debido a los dos minutos de penalización por las expulsiones.
En el otro encuentro del grupo, Irán y Ucrania ofrecieron un emocionante encuentro que terminó con victoria asiática por 5-4, que mantiene con vida a los iraníes y elimina a los europeos del torneo.
Ildar Makayev y Sergiy Chepornuik pusieron el 2-0 antes de los nueve minutos para los ucranianos, aunque Irán reaccionó y en cinco minutos logró cuatro goles, con dos penaltis transformados por Vahid Shamsaee, un gol en propia meta de Fedir Plylpiv y otro de Mohammad Taheri.
Oleksandr Khursoc acortó al cuarto de hora para los amarillos, aunque Taheri marcó los dos goles de ventaja para Irán en el descanso al transformar un "doble penalti".
En la segunda mitad, Makayev puso el 4-5 final, en un resultado que mantiene a Irán con vida en el torneo y deja ya sin opciones a los ucranianos.
