Obras de la SE-40 donde irá la conexión con la A-376, la autovía de Utrera.
Más que expectación, hay auténtica angustia. Esto es lo que sienten la mayor parte de las empresas encargadas de la construcción de la SE-40, que en más de un caso ya se han visto obligadas a parar los trabajos por falta de recursos económicos. Ahora sólo queda esperar a que el Ministerio de Fomento decida cómo reparte los 700 millones de euros extra que van a permitir aliviar algo el tijeretazo en infraestructuras y, lo que es más importante, cómo son los presupuestos del año que viene.Así que tenemos a todas las empresas mirando a Fomento, con la consiguiente angustia de ver a quién le toca esta pedrea de millones. Que, en primera instancia, tampoco pueden ser muchos, porque son 700 millones a repartir entre 49 proyectos en toda España y las matemáticas dicen que tocan a 14,2 millones de euros por obra. Otra cosa será la apuesta política, claro, pero esta cantidad es minúscula para una obra como la SE-40, y como muestra valga que se calcula que los trabajos de los túneles Norte y Sur consumen recursos a un ritmo de dos millones de euros... mensuales.
Con semejante panorama, urge que el ministerio aclare de una vez por todas cómo se reparte el dinero, sobre todo para que las empresas sepan a qué atenerse. En las circunstancias actuales, con el grifo del crédito cortado con insistencia por las entidades bancarias, lo que sí que no pueden es pedir financiación para asumir ellas los trabajos y que después el Gobierno pague, aunque sea con retraso.
Actualmente se trabaja en siete de los 12 tramos de los que consta la SE-40, y en tres de ellos han surgido unos problemas que es cuestión de tiempo que empiecen a sufrir otros. Fomento ya ha decidido rescatar la concesión del tercer tramo (en término de Dos Hermanas), las obras están paradas entre Almensilla y Espartinas y los túneles Norte pueden correr la misma suerte a partir del 10 de septiembre, que es la fecha que indican las cartas de preaviso de despido que ya han recibido los trabajadores.
Lo lógico es que Fomento apueste por terminar los dos primeros tramos, entre La Rinconada y el cruce con la autovía de Utrera, en término de Alcalá de Guadaíra. En éstos se trabaja a una velocidad aceptable con vistas a que estén terminados en 2011, como quería hacer el ministerio con todo el arco Este, algo ya imposible porque incluía la parte ahora paralizada en Dos Hermanas. Aún así hay dudas innegables con los plazos, porque por lo pronto todavía ni se ha empezado a trabajar en uno de los puntos más complejos del segundo tramo, el puente sobre el Guadaíra, aunque el ritmo sí es más intenso en enclaves como los cruces con la A-92 y la autovía de Utrera (A-376). También hay gran cantidad de trabajadores en las obras de los túneles Norte y Sur, aunque sobre el primero ya pesa la espada de Damocles del próximo día 10.
Con este telón de fondo, al margen de la inyección que ahora llegue se aguarda también con preocupación a los presupuestos del Gobierno central para 2011, que ya se anuncian con una importante contención de la inversión pública. El problema entonces pasará a ser político, porque el año que viene hay elecciones municipales y la SE-40 es, sobre el papel, uno de los proyectos con los que el PSOE espera sacar pecho. Pero claro, para eso el ritmo de las obras tendrá que ser muy distinto al actual.
