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Esperando la pedrea

el 22 dic 2010 / 22:09 h.

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Tampoco este año la suerte sonrió a Sevilla. Ni corrió el champán ante las administraciones de lotería, ni hubo lágrimas de emoción de los agraciados, ni revuelos de cámaras y fotógrafos. La diosa fortuna volvió a ser esquiva con Sevilla, única provincia andaluza, junto a Cádiz, donde la lluvia de millones pregonada por los niños de San Ildefonso pasó de largo sin apenas dejar un charco de pedreas y terminaciones.

Y eso que, una vez comprobadas las devoluciones, Sevilla era la única provincia andaluza donde se había incrementando ligeramente la venta de lotería respecto al año anterior, en concreto, un 0,08%, un dato más que significativo en tiempos de crisis.

Las ilusiones de primera hora de la mañana se fueron desvaneciendo a medida que el sorteo iba quemando alambres y tablas sin que las bolas de los premios terminaran de derramar en Sevilla la esperada lluvia de millones. Hubo lluvia, sí, pero no de millones. La tromba de agua que durante toda la mañana de ayer descargó sobre la capital hispalense sembró las calles de paraguas y llenó las cafeterías del centro de ciudadanos en busca de resguardo y algún tentempié caliente.

Quien más quien menos seguía con atención el desarrollo del sorteo en las pantallas de televisión. "A ver si nos quitamos de trabajar", dejaba escapar Manoli, una limpiadora de uniforme mientras devoraba una tostada con jamón frente al LCD de gigantescas pulgadas.En otro rincón de la ciudad, el bar Los Principes del barrio del Arenal, la única preocupación de sus camareros consistía en espolvorear de vez en cuando el serrín a los pies del mostrador para evitar percances. "Aquí no jugamos lotería ninguno".

El único número que cobra realce en este bar no es el del Gordo de la lotería sino el que indica que quedan 130 días para la Madrugá. En las administraciones de lotería de culto en la ciudad la animación durante las horas del sorteo fue más bien escasa. "¿Ha salido ya el Gordo?", era la pregunta más recurrente entre los eventuales clientes que hacían una parada ante las ventanillas. Y eso que, por vez primera, este año los clientes podían seguir en directo el desarrollo del sorteo a través de la retransmisión del canal interno de Loterías y Apuestas del Estado en las pantallas distribuidas por las diferentes administraciones de lotería. "Fíjate lo feo que es el segundo premio: el 147", reparaba un ciudadano.

En una de estas administraciones, la número 13, más conocida en Sevilla como la de El Gato Negro, en la Constitución, su titular, Jorge Arias, ponía al mal tiempo buena cara y se enorgullecía de haber repartido una cantidad millonaria -que podría alcanzar los 5 millones- entre sus clientes al haber vendido tres series casi íntegras de la terminación del Gordo (de los números 13.950, 37.750, ambos abonados, y del 06.850), cuyos poseedores cobrarán 120 euros por décimo; otras tres series de la terminación del segundo premio (correspondientes a los números 59.497, 76.347 y 02.047), que reporta otros 120 euros por décimo; y una serie completa de la terminación del tercer premio, gracias al número 64.113, "un número abonado que sólo se vende aquí", y que se premia con 100 euros por décimo. "Ya tienes el titular, el 13 ha tocado en El Gato Negro", decía ufano el administrador.

A Écija, municipio devastado por las riadas, también llegó la limosna de una terminación. En la administración de lotería de la Plaza de España se vendieron tres series completas de la terminación del tercer premio. Unos 500.000 euros en total. También el Sevilla Fútbol Club fue agraciado ayer con la terminación del Gordo, al jugar el número 19.050.

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