Economía

Espiar tiene castigo

La cadena de distribución alemana Lidl, que cuenta con establecimientos en varios países europeos incluido España, ha sido condenada a pagar multas por importe de casi 1,5 millones de euros por espiar de forma sistemática a sus empleados.

el 15 sep 2009 / 11:38 h.

La cadena de distribución alemana Lidl, que cuenta con establecimientos en varios países europeos incluido España, ha sido condenada a pagar multas por importe de casi 1,5 millones de euros por espiar de forma sistemática a sus empleados.

Y lo hacía mediante la contratación de detectives privados, que instalaban cámaras de video en los supermercados. Además, se le ha condenado también por infringir las leyes de protección de datos, según informó ayer el diario alemán Stern. Éste es el punto y final de un escándalo que salió a la luz el pasado mes de marzo tras la publicación de varios informes protocolarios internos que constataban la campaña de "espionaje sistemático" al que estaban sometidos los empleados de la cadena mediante videocámaras.

Dichos informes reflejaban con fecha y hora detalles tales como la frecuencia con la que los trabajadores iban al baño hasta la duración de las pausas, y la existencia de relaciones amorosas entre los mismos, a la vez que se hacían perfiles personales con información confidencial.

Los documentos procedían de supermercados de baja Sajonia, Renania, Palatinado, Berlín y Schleswig-Holstein.

Tras conocerse la noticia, las autoridades alemanas abrieron una investigación, que han constataron que los trabajos de espionaje siempre seguían el mismo patrón. Los lunes por la mañana, los detectives contratados por la compañía instalaban entre cinco y diez cámaras en miniatura en el establecimiento con la justificación de prevenir robos y bajo el conocimiento del supervisor del supermercado.

Por su parte, la cadena distribuidora nunca negó la existencia de estos informes y siempre mantuvo que no estaban destinados a espiar a los trabajadores, sino a detectar malas conductas.

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