Las grandes virtudes de los deportistas no sólo se manifiestan sobre el terreno de juego. Además, cuando hablamos de deportes de equipo, como es el caso del fútbol, esas virtudes deben complementarse con una serie de valores que trascienden a lo meramente deportivo.
El Real Betis Balompié, un club señor, es grande en generosidad y archiconocida su dignidad a la hora de perder y ganar. En el último partido el bético de a pie tuvo otro motivo para sentirse orgulloso de sus colores y no sólo con la rotunda e inapelable victoria. Quizá no tenga tanta importancia el hecho de prestar unas camisetas al equipo contrario, pero el gesto siempre será bonito y sincero a los ojos de cualquier hombre de bien, y más si cabe, cuando el rival también viste de verde como tú. Y es verdad que el Jerez también hizo lo propio con el Alavés este último domingo, lo cual engrandece al equipo jerecista. Posiblemente, estemos en una nueva etapa en la que el fútbol del Sur empiece a brillar como se merece Andalucía.
Desde esta columna, hay que felicitar a los impulsores del G5, instrumento que servirá para que todos los equipos andaluces de Primera, Segunda y Segunda B -por cierto mayoritarios en España- aúnen sus esfuerzos para mejorar el fútbol andaluz. La pelota está ahora en el lado de las Administraciones y en de las empresas radicadas en nuestra tierra.
