El representante vecinal de Jardines de Hércules de Bellavista, Juan Antonio Lobo, posa en uno de los parques de la zona. / Inma Flores
Llegó de Triana hace diez años para disfrutar de esta nueva zona residencial a las puertas de Bellavista. Enamorado del barrio, de sus vistas y vecindario, alterna la pintura con el trabajo «constante» para alcanzar nuevos servicios y mejoras
En sus orígenes fue un polígono industrial, hoy es una macro zona residencial, ¿cómo ha sido la transformación del barrio? La verdad es que en muy poco tiempo y a buen ritmo. Esto es una de las zonas de expansión de Sevilla. También es cierto que hemos tropezado con la crisis y la cosa se ha parado un poco. Pero aún así ya la cuarta y última fase está prácticamente vendida y seguimos creciendo pese a la crisis. El cambio ha sido total: Antes teníamos que discurrir por unos caminitos de tierra para ir a Bellavista pero ya disponemos de una avenida.
Este crecimiento poblacional, ¿se ha correspondido con un crecimiento también de los servicios públicos? Sí, se han ido creando poco a poco, como las líneas de Tussam que nos conectan con el centro. Prácticamente tenemos cubiertas las necesidades básicas. Lo hemos conseguido pidiendo con lógica y constancia. Somos una mosca cojonera. Algunos me tachan de ser político cuando ven que se están haciendo tantas cosas. Mientras sea presidente vecinal no iré en ninguna lista electoral. De político no tengo nada, sí soy más partidario de las buenas formas a la hora de pedir cosas para el barrio. De hecho, un Gobierno de PSOE-IU nos dio la sede vecinal y el PP la inauguró. No tengo quejas de ninguno, todo lo que hemos pedido, se ha hecho.
Fue una promesa de la ministra y del alcalde, ¿cómo van las obras del nuevo apeadero de Renfe? Magnífico. Van a muy buen ritmo. Yo diría que hasta con prisas porque para mayo o junio quieren terminarlas.
¿Cuándo os han dicho que estará operativa? Y, ¿qué va a suponer para el barrio? Julio y agosto es la fecha que manejamos. Nos va a beneficiar en que aquí se van a quedar muchos coches en el garaje. Dará mucha vida a la zona, por los posibles negocios que se instalarán en sus inmediaciones. También favorecerá a otros barrios, que van a venir a dejar aquí sus coches para ir al centro o a otros puntos de la ciudad.
Entiendo que sigue adelante el proyecto de la gran bolsa de aparcamiento en superficie en una zona próxima al apeadero Evidentemente, iría en la zona adyacente al apeadero, porque vamos a tener un apeadero donde está todo hecho, incluidos los aparcamientos que solo hay que acondicionar. El Sur tiene mucho futuro. Tiene mucho por hacer. Aquí hay mucho terreno y se van a hacer muchas cosas. Vamos a tener hasta campos de golf. Todo lo que sea inversiones, puestos de trabajo y poner esto moderno, adelante. Bellavista era muy marginal y va a ser de lo más moderno.
¿Qué hacemos pues con estos solares abandonados? Tienen que facilitar que se hagan viviendas unifamiliares, pues es una zona muy bonita para vivir. Tenemos desperdiciado mucho terreno y aquí hay mucho futuro.
¿Qué propone para rehabilitar el cuartel de caballería abandonado? Un hotel con sabor que genere empleo y actividad en el barrio. El edifico es una verdadera obra de arte.
¿Es una amenaza el tema del amianto en el subsuelo? Para nada. Cuando compré mi piso la Junta me dio un certificado sobre este tema. Ha habido su inspección técnica, y en estos diez años no ha habido ningún rebrote de nada por nada. Eso han sido aguas residuales que van por el subsuelo filtrando hacia el río. El amianto si no se mueve y no se seca, no se espolvorea. Está todo soterrado y lo tenemos olvidado.
¿Qué hay de la prometida conexión peatonal con otras barriadas? Confiamos en que se va a hacer. Lo tenemos pedido tanto Bermejales como nosotros. Nosotros para ir a Bermejales necesitamos una vía peatonal en condiciones. Urbanismo lo está estudiando.
¿Qué otras actuaciones hay pendientes? Poner badenes en salidas y entradas de los parques y más juegos infantiles, pues hay muchos niños. Hay que ir pensando ya en que la segunda fase se dedique a equipamientos deportivos, los niños crecerán y necesitarán instalaciones. También dar vida al anfiteatro de la cuarta fase con talleres y actividades y una parroquia.
