Economía

"Estamos especializados en la comunidad musulmana, incluso con carne preparada"

Desde Los Corrales Cárnicas Coviher exporta carnes de ovino y caprino a países islámicos de África y Asia y a las principales comunidades musulmanas de Europa. Incluso los Cascos Azules de la ONU degustan sus corderos y cabritos. Rafael Aranda (50 años) es su director general, y uno de sus tres socios junto a Andrés Campos y Francisco Sánchez.

el 06 jul 2014 / 12:00 h.

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Rafael Aranda Conejo, en el matadero de Cárnicas Coviher, ubicado en el municipio sevillano de Los Corrales. / El Correo Rafael Aranda Conejo, en el matadero de Cárnicas Coviher, ubicado en el municipio sevillano de Los Corrales. / El Correo No presume de carrera universitaria, «la carrera que tengo es la que me da la experiencia y la vida». Su primera escuela, dice, fue la ganadería. Rafael Aranda estudió y terminó la antigua FP de Electricidad y hasta montó su pequeña empresa. «El campo me tiraba más». Ganadero, después comerciante, ahora industrial. ¿Da calambres el sector? «Muchos, y algunos de alta tensión». Coviher es el resultado. De entrada, un poco de historia. La empresa se fundó en 2003 por parte de dos socios malagueños y uno sevillano. Inicialmente se instaló en la provincia de Málaga, pero más tarde se trasladó a Los Corrales, en Sevilla. Nos dedicamos a carnes de toda la familia del ovino y caprino, siendo el objetivo cerrar lo máximo posible el proceso productivo, desde el campo hasta la mesa. Por ello, nuestros ganaderos, en su inmensa mayoría, son proveedores directos de Coviher, colaboradores, sin intermediarios. ¿Cuántos ganaderos son? Más de mil de toda Andalucía, Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha. Ellos se dedican a la primera fase del proceso, la crianza. Después los animales vienen a nuestras granjas, donde realizamos el engorde y controlamos la tipificación y la alimentación, una vigilancia que posteriormente es extrema en el matadero, puesto que gran parte de la producción cárnica es para la comunidad musulmana. ¿Por qué sólo ovino y caprino? Es el ganado que conocemos y, en concreto, del que mi familia siempre ha vivido. Pero, además, estamos muy bien situados geográficamente, ésta es una zona con mucha producción. ¿Tanto pesa la comunidad musulmana en el negocio? Sí, el porcentaje es elevado. El 60 por ciento de nuestra producción de carnes se exporta y de ese porcentaje entre el 80 y el 90 por ciento se destina o bien directamente a países musulmanes de África o Asia o bien a países europeos con grandes comunidades musulmanas, como Alemania, Bélgica o Suiza. ¿Por qué esa especialización en la comunidad musulmana? Porque hay mercado. Prácticamente desde el mismo nacimiento de nuestra compañía comenzamos a darnos cuentas del potencial de las comunidades musulmanas en toda Europa, de ahí que decidiéramos certificar los productos con la garantía Halal (garantiza que cumplen con los requisitos de la ley islámica), que es muy estricta y condiciona completamente los procesos en Coviher. Hoy por hoy, es el mercado que nos da volumen y también de comer. Y el 40 por ciento restante va hacia… Aunque vendemos en toda España, Andalucía, Cataluña y Asturias son mercados prioritarios. ¿Presentaciones de la carne? En piezas enteras (es decir, canales) o despiezadas, con todo tipo de cortes, con o sin hueso. Este año, además, hemos lanzado una línea de productos de quinta gama, de carne precocinada, dirigida al consumidor final para que en tan sólo 15 minutos la pueda comer. Todo un logro pues esta carne no es precisamente fácil de cocinar... En efecto. Las de cabrito y cordero son carnes muy exquisitas, pero también caras y complicadas de cocinar. Por tanto, hay que facilitar el consumo de unas carnes muy sanas, con un escaso contenido en grasas. Su preparación era una barrera, de ahí ese desembarco en la quinta gama, en principio reducida a una serie de productos, entre ellos las paletillas, pero que iremos ampliando a más platos preparados ya que creemos que por esta oferta viene realmente el futuro. Estamos probando y buscando fórmulas. En lo que hasta ahora tenemos en el mercado, nada de aditivos ni conservantes. Sólo aceite de oliva y hierbas tradicionales de la gastronomía andaluza, como romero o tomillo. Y tanto apostamos por esta rama del negocio cárnico que hemos creado una empresa específica, Ancat by Food, que estará muy enfocada hacia el mercado extranjero. Cuentan que Coviher suministra carnes a los Cascos Azules de la Organización de las Naciones Unidas... Sí, están entre nuestros clientes internacionales. Y este suministro es fruto del trabajo de asistencia a ferias internacionales y de la estrategia exterior, con un departamento específico. Desde el principio éramos conscientes de que había que exportar sí o sí, y eso nos ha servido para, en estos años de crisis económica, seguir creciendo en ventas y plantilla. ¿Y cuáles son los grandes números? Sacrificamos aproximadamente 250.000 cabezas de ganado. En 2013 nuestras ventas alcanzaron los 18 millones de euros, frente a los 14 millones del año anterior, y la actual plantilla es de 75 trabajadores. Pero hay que tener en cuenta que estos 18 millones se consiguen con muchísimo volumen porque hay productos que se venden a tan sólo 50 céntimos el kilo. Entre mediados y finales de la pasada década, los ganaderos andaluces de ovino y caprino lo pasaron muy mal debido la enfermedad animal de la lengua azul. ¿Un episodio olvidado? Olvidado no porque fueron muchos los ganaderos que se arruinaron y muchas las pérdidas. De ese pasado tan sólo nos queda aprender, y lo hemos hecho: hay más vigilancia, más control en las explotaciones ganaderas. Dentro del campo, siempre es el ganadero quien se queja más… Es que lo ha pasado muy mal por la subida de los piensos y la caída de los precios de los animales y de la carne. En estos momentos hay unos precios más estabilizados, no picos inestables, y esto ayuda a la economía agroganadera. En el ovino, sí hay mucha demanda exterior, sobre todo para los países musulmanes, pero la interior está floja. Pienso que se debería sacrificar más y exportar carne y no tantos animales vivos. Coviher es una de las primeras cárnicas españolas del ovino y caprino. Otra de las grandes es Corsevilla, que está también en la provincia de Sevilla. ¿Sería posible caminar juntas? Corsevilla es proveedor nuestro. Son empresas diferentes, dado que Corsevilla es una cooperativa. Son modelos de negocio también diferentes. Pero soy de los que piensan que el futuro agrícola y ganadero pasa por mayor cohesión para ganar fuerza, volumen. Coviher se ha sumado a la asociación empresarial agroalimentaria Lándaluz. ¿Qué le aporta? Es una buena herramienta. Por un lado, nos permite salir con más frecuencia a ferias, especialmente en el extranjero. Y por el otro, nos ayudan sus promociones de productos andaluces en las cadenas de distribución comercial. Por ejemplo, gracias a ellas entramos en Andorra.

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