Este ganadero extremeño de 48 años acaba de aterrizar como presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Caballo de Pura Raza Española (Ancce). Dice que la distancia no es un problema, «hay que tener voluntad»
-La dimisión del anterior presidente le ha catapultado a la dirección de la Ancce, ¿qué proyectos para estos dos años tiene por delante?
-Lo primero es poner al día el libro genealógico del pura raza. Hay ciertos retrasos en este registro en el que deben estar los ejemplares de los más de 35 países dedicados a la crianza y los 64 en los que está presente. También queremos poner en marcha el reglamento de concurso: actualizándolo y subsanando lagunas para evitar problemas como los vividos en la última edición del Sicab. La idea es que sea más justo y transparente para el ganadero. Otro de los retos es mejorar el esquema de selección del caballo y relanzar un plan de promoción del pura raza en España y fuera del país.
-Un ambicioso programa para una junta que acaba de cambiar de presidente...
-Bueno, ésa es otra de las asignaturas pendientes que vamos a afrontar: la reforma de los estatutos con un nuevo proceso electoral más acorde con los 400 socios que hoy la integran. Hemos crecido más del doble. Pero mi intención no es agotar el mandato.
-Uno de los grandes eventos que organiza es el Salón Internacional del Caballo (Sicab), ¿genera tanto negocio?
-Sí. El Sicab es el estandarte de Ancce. Es tan importante que atrae a ganaderos de todo el mundo y antes, durante y después se hacen transacciones económicas.
-Se deduce que el mundo del caballo es un negocio rentable.
-Bueno, se intenta que esa afición cueste lo menos posible. Así, para mayo de 2009 llevaremos a Madrid una versión especial del Sicab. Será un segundo escaparate de la feria del caballo, con otro formato. Estamos en negociación con entidades feriales de Madrid.
-¿Cree que todavía es un filón que está por explotar?
-Sí, aunque no es un desconocido en Sevilla. El mayor número de socios de Ancce y de cabaña ganadera está aquí. España es el mundo del caballo y del toro por excelencia pero se practica poco.
-¿Cree que tiene que ver con la tradicional vinculación a ciertos sectores elitistas?
-Puede, pero eso hoy en día ya está superado. Aquí se sigue pensando en el caballo sólo para el paseo y el deporte. En Suecia, los caballos los tienen en casa junto a la cochera. Falta aún por explotar que haya una afición de uso del caballo. Hay que usarlo todo el año y no sólo para las romerías.
-¿Está en sus planes renovar la programación del Sicab?
-Ni un ápice. Es un fenómeno consolidado en Sevilla. Hay overbooking en los hoteles. Desde el jueves es imposible hacerse con una habitación en un hotel.
-¿Se sabe ya a qué país estará dedicado este año?
-Estamos trabajando por que sea México. Es el segundo país en crianza del pura raza después, por supuesto, de España.
-El caballo español tiene muchas facetas de uso: turística, terapéutica, deportiva...
-En el mundo rural el turismo ecuestre está en gran auge. El carácter noble del pura sangre es ideal también, y está demostrado científicamente, para niños con minusvalías físicas y psíquicas. La deportiva es la verdadera vertiente del caballo español para concursos de doma. En doma clásica va creciendo su presencia por su capacidad para la reunión en los ejercicios de doma. Este año no vamos a las Olimpiadas, pero en Hong Kong habrá un pura raza como miembro del equipo americano.
-¿Es más fácil vender un caballo español aquí o en EE UU?
-El mercado español está un poco saturado. Aquí empieza a costar un poco vender ejemplares. Por ello, vamos a incidir en el plan de promoción exterior y en la exportación. Europa y los países latinoamericanos son nuestros principales compradores, aunque tenemos prospecciones comerciales en Estados Unidos y Rusia, que comienzan a interesarse por el caballo español. En Estados Unidos, por ejemplo, hay ya una media de 12 o 14 caballos por cada mil habitantes.
