Economía

Estar o no en Washington. He ahí la cuestión

La ex presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca y asesora nacional del ex presidente de EEUU, Bill Clinton, estuvo en la CEA para hablar de la crisis financiera y sus efectos sobre la economía. Foto: Javier Cuesta.

el 15 sep 2009 / 17:31 h.

"Obama 2008" en letras muy brillantes. Así reza el broche que luce Laura D'Andrea Tyson en la solapa de la chaqueta. La ex presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca y asesora nacional del ex presidente de EEUU, Bill Clinton, estuvo ayer en la CEA para hablar de la crisis financiera y sus efectos sobre la economía.

Pero uno de los puntos más atractivos era saber qué pensaba sobre si España debía o no estar presente en la cumbre financiera del 15 de noviembre en Washington. Costó, pero al final se mojó. Diplomática -no se podía esperar otra cosa, dada su experiencia- D'Andrea consideró que España jugará "un papel importante" en las decisiones que se tomen en la reunión, si bien no es "estrictamente necesario" que esté presente en la misma. Cuestión que el presidente del Ejecutivo ha asumido ya prácticamente como un asunto personal.

La economista, que hace campaña en favor de Barack Obama, defendió que España tiene suficiente peso en la Unión Europea como para que ésta represente sus intereses, por lo que minimizó la importancia del hecho de estar o no estar. Sus preocupaciones y aportaciones quedarán reflejadas en su resultado, apostilló.

Sí enfatizó, sin embargo, la circunstancia "sin precedentes" de que una Administración saliente -en este caso, la que encabeza Bush- haya convocado una cumbre financiera para unas fechas en las que ya se conocerá cuál será el próximo presidente de EEUU y que se celebrará al margen de esta elección.

Los comicios tendrán lugar el próximo 4 de noviembre, la reunión internacional será el 15 y la toma de posesión del sustituto de Bush tendrá lugar a finales de enero.

Aun así, y pese a la declaración de intenciones manifestada por Nicolás Sarkozy, quien apuntó recientemente la necesidad de tomar decisiones en esa cumbre y que no se limite "a hablar", D'Andrea señaló que le sorprendería que se adoptaran medidas concretas en la misma.

De cara al futuro, la asesora de Clinton en materia económica, se declaró "optimista", si bien vaticinó que aún queda por delante, al menos, un año difícil. Más allá, y en función del crecimiento registrado por las economías en el periodo entre 2004 y 2007, cuyo desarrollo se ha basado en inversiones en empresas, infraestructuras y educación, una base que "sigue estando ahí" y que, a su juicio, una vez que se despejen los nubarrones financieros, contribuirá "a impulsar de nuevo la prosperidad en todo el mundo".

Aun así, valoró la capacidad de maniobra que tienen los Estados para actuar como "prestamistas, inversores directos o avalistas" porque cuentan con el músculo financiero para ello. Equivocados están aquellos que piensen, por contra, que existe una "receta mágica" para todos. Cada Gobierno deberá, por tanto, intervenir en la manera que mejor considere. "Hay margen para destinar en torno al 1-2% del PIB en gasto público" como manera de afrontar la actual etapa de dificultades.

Crítica se mostró, asimismo, con la actuación emprendida por el Departamento del Tesoro estadounidense en su gestión de la crisis financiera; todo lo contrario, la acción acometida por la Reserva Federal (Fed), el equivalente al Banco Central Europeo (BCE). Al igual que han expresado diversos expertos, Laura D'Andrea tachó de errónea la decisión de permitir la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, que acarreó un empeoramiento de la crisis, al tiempo que criticó que fuese el Congreso el que tuviese que poner freno al Tesoro para que los 700.000 millones de dólares del plan de rescate tuviese beneficios sobre los contribuyentes americanos (a cambio de participaciones en las instituciones), lo mínimo cuando es su dinero el destinado a salvar a las mismas entidades que desataron las turbulencias financieras.

  • 1