El despegue de una aeronave tan esperada en Sevilla como el A400M, nacida y criada en la factoría EADS de la ciudad, no se merecía otro recibimiento. Expectación desde primera hora de la mañana, mucho antes de las 10.00, hora prevista para que se alzara por los cielos este espectacular avión militar, palmas y hasta un brindis en Plaza Nueva fueron los gestos que decenas de sevillanos e, incluso, familiares de trabajadores de este proyecto aeronáutico, dedicaron al trabajo y esfuerzo de muchos ciudadanos españoles, sevillanos en particular, y de toda la Unión Europea.
La retransmisión en directo del despegue del avión corría a cargo de Giralda TV que, gracias a tres enormes pantallas distribuidas en Plaza Nueva, jardines del Cristina y la Escuela de Ingenieros, hacían posible que multitud de personas interesadas en temas aeronáuticos, aficionados de aviones, amas de casa, parejas de jóvenes, niños o mayores pudieran sentirse partícipes de este evento histórico. Es el caso de un aficionado a los aviones, Genaro Novo, quien esperaba hasta 45 minutos antes del despegues en el paseo del Cristina y que aseguraba que la construcción del A400M "es un hito para la aeronáutica en Sevilla, no me lo quería perder". Otro espectador, José Escobar, apuntaba que "no importa el dinero que se hayan gastado en este avión, es espectacular". Escobar se encontró casi por casualidad con la proyección del despegue y no dudaba en quedarse: "ya que estoy aquí es una oportunidad única".
Desde Plaza Nueva, era otra la cara que se podía admirar: la de las numerosas esposas, hijos y familiares de los trabajadores franceses de Airbus, venidos hace ya más de cinco años a la ciudad y que no dudaban en brindar con champagne por el inmenso trabajo e ilusiones puestas en la construcción de esta gran aeronave. "Hemos brindado ya dos veces, estamos muy emocionadas y aunque este momento se ha retrasado más de dos años, ha merecido mucho la pena", comentaba Mona, esposa de un ingeniero del avión. Las familias intentaron presenciar el despegue en directo en el aeropuerto de San Pablo, "pero no nos lo permitieron, había mucha seguridad", continuaba Mona.
También, desde la Escuela de Ingenieros de Sevilla había expectación, a pesar de que los próximos exámenes de diciembre no dejaban ver muchas caras en el Salón de Grados de la facultad situada en la Cartuja. Estudiantes y profesores de la Escuela miraban fijamente todas las imágenes que llegaban a través de la pantalla y no perdían detalle. Por algo, dentro de muy poco podrían ser ellos los que estén orgullosos de haber participado en la construcción y ensamblaje de un gigante como el A400M. Beatriz Arias, estudiante de Ingeniería Aeronáutica creía que este momento es importante para estos estudios en Sevilla, "es una oportunidad para mejorar nuestro futuro laboral y de investigación en el campo aeroespacial y aeronáutico de la ciudad".
Por su parte, la visión más técnica la daba Juan García, profesor titular de Ingeniería Electrónica: "la electrónica ha jugado un papel muy importante en esta aeronave y desde esta escuela hemos vivido de cerca todo el proceso". No en vano, muchos de los profesores y antiguos alumnos de Ingenieros han trabajado particularmente en el ensamblaje del A400M, o lo han visto muy de cerca en su trabajo diario en EADS.
Tanto sevillanos de a pie como profesionales de la aeronáutica no han dudado en tildar este despegue como "un hito de la ingeniería sevillana" y en formular un deseo "que esto no se quede aquí sino que abra un nuevo futuro en esta industria", como declara el profesor García.