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Estepa recupera la calma tras los altercados

Unos 150 estepeños se manifiestan de forma «cívica y modesta» pese a que la concentración no estaba autorizada.

el 13 jul 2014 / 10:16 h.

El miedo a las represalias policiales aplacó ayer la protesta de los vecinos de Estepa por el aluvión de robos protagonizados supuestamente por la familia bautizada como Los Chorizos. A diferencia del sábado anterior, cuando la concentración  no autorizada de cerca de 400 vecinos acabó con la quema de dos viviendas de esta familia de etnia gitana y el destrozo y saqueo –con el fin de recuperar los supuestos objetos robados– de otras cinco, ayer la glorieta de La Mantecadera reunió solo en torno a unos 150 estepeños. Y es que debido a la alteración vecinal de la última semana, efectivos de la Guardia Civil y agentes de la Policía Local de Estepa estuvieron presentes durante la manifestación para evitar que se repitiesen los altercados de el pasado sábado. Según fuentes municipales, la concentración de ayer al mediodía fue «bastante cívica y modesta». De hecho, los manifestantes no portaban pancartas ni megáfonos. Una hora y media después, los vecinos concentrados abandonaban la manifestación sin que destacara ninguna incidencia reseñable. La Subdelegación del Gobierno hizo hincapié el pasado viernes en que la manifestación de ayer no contaba con el permiso correspondiente, por lo que de llevarse a cabo «habría de tratarse como una movilización no autorizada». Probablemente, fuese ese el motivo por el que los vecinos de Estepa ayer volvieron a dar un ejemplo de convivencia. Esa misma que a lo largo de la semana, el Ayuntamiento y las diferentes asociaciones vinculadas a la defensa del pueblo gitano, como Fakali o Unión Romaní, han destacado como ejemplo de convivencia e integración. La crispación vivida en la última semana en Estepa ha dejado a nivel nacional una imagen que, según sus protagonistas, nada se ajusta a la realidad: la del racismo. Visión que los propios vecinos, el Consistorio y  colectivos gitanos han condenado, ya que «Estepa es un pueblo en el que la integración del pueblo gitano es una realidad». De ahí que la corporación municipal apele a «la unidad y a la cohesión» de la ciudadanía con tal de «saldar esta crisis que daña la imagen» del municipio. Con el afán de volver a la normalidad, el Consistorio también recordaba un día antes a los vecinos que tuvieran presente la ilegalidad de la protesta, ya que no se existía ninguna solicitud formal para desarrollar la concentración. Además, el Ayuntamiento pidió la calma de sus vecinos e hizo un llamamiento a la ciudadanía para evitar cualquier tipo de incidentes que agraven una situación que ya se investiga por los cauces que dispone la ley. Asimismo, desde el Gobierno municipal recalcó que «los problemas que han motivado estos hechos solo se solucionarán desde el respeto a la legalidad vigente». Después de que la concentración de hace una semana acabara como «la Fuenteovejuna del siglo XXI», la Guardia Civil imputó a un total de 22 vecinos por su presunta participación en los destrozos de las casas de Los Chorizos. De la veintena de vecinos, la mayoría, tras declarar ante la Guardia Civil, quedaron en libertad con cargos por delitos de desórdenes públicos, daños y resistencia y desobediencia a agente de la autoridad. Y es que, cabe recordar, que la manifestación convocada a través de las redes sociales, tampoco contaba con la autorización pertinente. Asimismo, la Guardia Civil detenía a tres miembros de la familia en el barrio sevillano de Los Pajaritos  y que estaban relacionados con los robos. De los tres detenidos, dos hombres y una mujer, dos ingresaron en prisión.

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