Roque Santa Cruz (Asunción, 1981) ha disputado tres Mundiales, ha jugado en el Bayern de Munich y el Manchester City y es una estrella de dimensión mundial, pero habla de Rubén Castro con admiración, se alegra de los goles de Jorge Molina y saluda a los canteranos del Betis como si fuese uno más de ellos. El paraguayo ha caído tan bien en Heliópolis que aquí podría estar su futuro. Y él lo admite sin reservas.
-¿Usted se explica por qué el Betis tiene tantos altibajos?
-Tenemos rachas pero no la regularidad que nos gustaría. Ahora cada punto vale, así que hay que ser inteligentes y saber cuándo un punto es significativo. Muchas veces un punto marca la diferencia. Tenemos que saber arriesgar sólo cuando hay que arriesgar.
-Aprender a empatar, vamos.
-Es importante ganar, pero más importante es no perder. Somos los segundos que menos empatamos, es muy raro y hay que cambiar eso.
-¿Tendrá que ver con el estilo de juego de Pepe Mel?
-Hay momentos en que vamos 0-0, es el minuto 75 y seguimos jugando al mismo ritmo y con los mismos riesgos. Ahí debemos aprender a bajar el listón y manejar el partido con inteligencia.
-¿Es Mel el técnico más ofensivo que ha tenido?
-Uno de ellos. El 3-1 que pide muchas veces en defensa, con un lateral que sube... ni los grandes se dan ese lujo. En el Bayern, el fútbol es más táctico, o es un 3-2 o un mediocampista se mete entre los zagueros. En el City, Mancini no deja la defensa tan desprotegida.
Ésta es solo parte de una entrevista más extensa cuyo contenido completo se puede leer en la edición impresa de hoy de El Correo de Andalucía, ya en su quiosco.
