Tres años después de que revolucionara el mercado musical con su primer trabajo homónimo, la joven sevillana Estrella regresa con un disco que vuelve a sorprender con su fusión de flamenco y música negra. Black Flamenco (Warner) recoge las raíces de esta joven, cuya madre es una cantaora y su padre un amante del soul.
Y es que de casta le viene al galgo. Su madre incluso acompañó a Lola Flores en algunos tablaos, y su padre fue cantautor, por lo que está vinculada a la música, y al ambiente flamenco, prácticamente desde que tiene uso de razón. Desde los 12 años, el flamenco dejó de ser su única pasión, pues según reconoce la cantante, comenzó a descubrir otros estilos por medio de su padre, que también tenía discos de jazz y soul entre otros.
Más tarde hizo coros para otros artistas, y de este modo llegó a conocer al productor sueco Erik Nilsson, productor de reconocidos cantantes como Ketama. Cuando Erik escuchó la voz de Estrella, le propuso grabar su primer disco, con 21 años.
“Desde que terminé de trabajar con mi anterior disco, me he pasado los tres últimos años componiendo, aprendiendo y adquiriendo experiencias nuevas”, comenta en una entrevista con este suplemento. “Esta madurez me ha permitido mostrar en este segundo disco otras facetas, como probar con los palos más puros del flamenco (como en Cante al Amor, que es una soleá en la que aparecen rasgos de soul) o con la música negra, en canciones como Si me sientes, que es un blues de los años 60 donde se pueden encontrar cadencias flamencas”, explica.
Estrella se queda con la fusión y asegura que no se atrevería con el flamenco puro: “Lo he cantado, como la música negra, pero no es mi estilo. Lo mío es la unión, el black flamenco, las raíces de los sonidos de dos sures: Andalucía y la Norteamérica negra. Tampoco creo que lo mío sea flamenquito. Tengo un estilo propio”.
Esta joven se declara fiel seguidora de la música de Pepe Pinto o la Niña de los Peines, pero también a James Brown, Lenny Kravitz y sobre todo Michael Jackson, cuya muerte lamentó profundamente como fan.
Estrella compone un sugerente tejido de diez temas sobre el amor, protagonista del disco, sobre la sensualidad, la denuncia del estado del mundo actual o el orgullo del duende andaluz como patria propia en la que desarrollarse como persona y como artista. Entroncando con ese sentimiento, los sonidos árabes también tienen su espacio en este disco, reivindicando una convivencia de más de seis siglos.