El tenis es un deporte tan complejo como desagradecido. Durante hora y media una jugadora puede ser superior y construir toda una plataforma repleta de merecimientos para acercarse a una victoria que sólo necesita un punto más. Sólo uno, pero una especie de juicio final. Para arriba o para abajo. Si no lo embolsas, se puede desencadenar una pesadilla, que en el caso de Estrella Cabeza viene a ser tan recurrente como el Día de la Marmota en la referenciada película de Bill Murray Atrapado en el Tiempo. No es sólo que perdiera la final del XI Internacionales de Andalucía en la central del Real Club Pineda casi como el año pasado, tras vencer en el primer set con solvencia -el matiz para el casi es que el partido de ayer tuvo mucho más nivel ante la brasileña Teliana Pereira-. Es que en sus últimos cuatro torneos que ha disputado ha jugado la final sin agarrar en ninguna de ellas el trofeo, aunque en ninguna de las anteriores estuvo tan cerca de cerrar la semana perfecta como ayer en Pineda, tras desperdiciar en el segundo set dos bolas de partido.
No sólo le ocurre a Estrella.
En alguna que otra ocasión los o las top ten pasan por el mismo trago. Cuesta cerrar los partidos. Los nervios, la ansiedad de ver tan cerca la victoria en una pista con el público a favor, ante su familia y amigos -incluida la tenista canaria Carla Suárez, que pasa unos días de vacaciones en Sevilla- en uno de los torneos que más ganas tiene de ganar. Empezó fuerte, muy concentrada, ante una Teliana Pereira a la que le costaba un poco desplazarse, después de las casi cinco horas que pasó el viernes en la pista entre la semifinal individual y la final de dobles. Del 2-0 se pasó al 2-3 porque Estrella se despistó con alguna protesta y metió a la sudamericana en el partido con sus errores no forzados. Y ese era mal camino, porque Pereira es una jugadora que se agarra como pocas a la pista, con un físico espectacular, elástica, que le hace llegar a todas las bolas. Concede muy poquito. Pero la sevillana recuperó el mando imponiendo la contundencia de su golpe de derecha y su buena mano para firmar excelentes voleas. Cerró el set (6-4) y en el segundo todo caminaba por la senda adecuada hasta el 5-3. Llegó la primera bola de partido y entonces dudó. Con 5-4 se repitió la circunstancia y Pereira vio esa debilidad. Empezó a creer más si cabe en sus posibilidades. Dominó el tie break (7-6(3) y abocó la resolución a un tercer set inesperado minutos antes. Estrella acusó el golpe pero se fue recuperando en una batalla ya épica. Se vio perdida con 4-5. Match ball de la brasileña con servicio. Hasta tres. La sevillana jugó entonces muy bien e igualó el partido.
El tie break final fue ya un drama. El plus de confianza de Pereira acabó por darle su decimoquinto título ITF de su carrera (7-5 en la muerte súbita). Estrella, que buscaba el noveno, se quedó una vez más a las puertas, aunque sigue avanzando hacia el top 100.
