Instrumentos afinados, sonido a punto y... ¡a tocar! Desde el pasado mes de diciembre, a quienes les guste el arte de amansar a las fieras lo tienen un poco más fácil para hacer música prácticamente a diario. O al menos intentarlo, ensayando de manera completamente gratuita en los locales que Movistar ha habilitado en la Facultad de Física del campus universitario de Reina Mercedes.
De momento, el grupo de telefonía pone a coste cero para los clientes el lugar físico de ensayo y toda la parte técnica -equipo de sonido, material musical-, mientras que los más de 40 grupos que ya se han unido a la iniciativa ponen la ilusión, sus dotes musicales y las más de tres horas -dos veces por semana- que dedican a darle caña al bajo o la batería.
El "chollo", que en principio iba a durar hasta marzo, se prolongará previsiblemente hasta el mes de junio, dado el éxito que está cosechando. Más allá de los locales de ensayo, la compañía baraja también la posibilidad de que, como colofón al proyecto, las agrupaciones actúen en algún bar de la ciudad para dar a conocer su música, aunque este aspecto está aún en el aire, si bien hay posibilidades, tal y como adelantan desde la compañía.
Una vez finalizada la época de exámenes, la demanda se ha disparado y recientemente se han incorporado cinco nuevos grupos, apunta desde Movistar Álvaro Ceballos. Los jóvenes estudiantes que integran los grupos alojados en los contenedores musicales insonorizados agradecen sobre todo que sean gratis, ya que "como están las cosas alquilar un local cuesta 400 euros al mes".
La propuesta, que "suele sorprender bastante a la gente", es "muy beneficiosa". "Quizás estemos acogiendo a grupos que lleguen a ser famosos", añade Ceballos, quien señala que "no hay lista de esperas" y que todo el que lo ha solicitado ya está ensayando. "Sólo hace falta avisar con algo de antelación para hacer los cuadrantes y venir", afirma.
Los músicos. En cuanto a los estilos, hay para todos los gustos: desde rock and roll y pop hasta jazz-fussion y flamenco-rock. Herman Molín (voz y guitarra), Antonio Alcón (guitarra), Billy Maldonado (bajo) y David Pineda (batería) son Los menos indicados y llevan tres semanas ensayando. Casi el mismo tiempo que llevan juntos como grupo. Herman reconoce que, en lo que a locales se refiere, es la primera ayuda que reciben para poder hacer la música que les gusta. Su meta es disfrutar, terminar de formar la banda y, sobre todo, "venir todo lo que podamos por aquí", porque "la verdad es que está muy solicitado", dice. ¡Esperemos que dure mucho!, añade el grupo.
En el local de en frente y también a media tarde, Guillermo Fernández intentan llenar con su guitarra la vacante de Los Lores, otro grupo acogido al programa de Movistar. Llevan también poco tiempo juntos pero ensayan en uno de los contenedores desde hace mes y medio. Están muy "agradecidos" aunque "no les vendría mal un sofá", bromea Guillermo. "No se puede pedir más", le corrige Jesús Fernández (bajo y voz), integrante de Los Lores junto a Toni Cancela (batería). Todos están "encantados" de "compartir" las horas de ensayo, "divertirse" con la experiencia y, por qué no, soñar con una maqueta, llevar sus temas a lo más alto e ir dando "pasitos" en el difícil panorama musical nacional.
«Incluso el mensaje de la reserva es a coste cero». La novedosa iniciativa de Movistar, que pretende impulsar a los jóvenes talentos musicales y dar continuidad a su carrera, ya tuvo su primera acción el pasado año y, dado el éxito que obtuvo, repite este curso. Los locales de ensayo –con cabida para unos seis miembros, con 6 metros de largo, casi 3 de altura y dos y medio de profundidad– se integran en un proyecto musical global que a su vez vertebra la estrategia de patrocinio de la compañía.
La iniciativa se materializa en siete contenedores –dos en Sevilla– instalados en los campus de Barcelona, Valencia y Sevilla, universidades con las que la firma mantiene un acuerdo de colaboración. Para reservar los locales –durante 3 horas– hay que ser cliente y enviar al 223544 un mensaje con el texto GRATIS localsev (localbcn o localval, dependiendo de la ciudad). El cliente recibirá un código y un número de teléfono para confirmar la reserva.
Los componentes se sorprenden de que “hasta dicho mensaje sea completamente gratuito” y, aunque los más bromistas se atreven a pedir hasta la merienda, todos “valoran y agradecen” las facilidades que les brinda actualmente la iniciativa.
