Economía

"Estudiar filosofía es lo que más me ha servido para hacer negocios"

Es el gerente de Box 4 , una firma sevillana que nació en Barcelona hace nueve años y que ve en la crisis una oportunidad para las empresas más pequeñas.

el 16 jul 2011 / 20:53 h.

Hizo estudios de Filosofía, pero lo que realmente le gustaba a Ignacio Sánchez era el mundo de internet y de las nuevas tecnologías. Por ello, con la entrada del nuevo siglo, se puso manos a la obra y creó su propia marca en Barcelona, Box 4 , una firma que ahora está en Sevilla, de donde procede su creador. Asegura que la crisis no le afecta, que hay trabajo y demanda. "Las empresas tienen que venderse para competir", asegura. Su secreto para mantenerse, a pesar de la cantidad de firmas que han caído del sector, es rodearse de "gente buena y tenerla contenta". Insiste en que es un buen momento para las micropymes del sector.

-Nacida en Cataluña y desde hace años con sede en Sevilla. ¿Cómo ha sido la trayectoria de Box 4?

-Empezó en Barcelona como empresa de diseño web y gráfico cuando me fui de una compañía francesa para la que trabajaba allí que se llamaba Electronic Group Interactive, en la que estaba en el departamento de diseño. Comenzaron a salirme clientes propios y estuve trabajando con un estudio de marketing y otro de comunicación. Ahora el sistema de trabajo ha cambiado. Somos dos socios. Yo me encargo de la dirección de proyectos y él del tema técnico. Trabajamos con mucha gente externa, así que cuando nos dan un proyecto hago un equipo de trabajo después de estimar los recursos necesarios y siempre se trabaja online. Desde Shanghai hasta Madrid.

-¿Cómo ha llegado hasta el mercado asiático?

-Ahora estamos con una marca de moda de Sevilla, que se llama Anjara García, de semialta costura, que ha montado la fábrica en Shanghai y diseña también desde allí. Le estamos haciendo la parte del comercio electrónico y una tienda de ropa para distribuidores online. Se puede comprar al por mayor, por líneas de color, códigos de barras... En vez de tener un catálogo físico, se puede ver todo por internet. Hay entre cuatro y ocho personas trabajando sólo en este proyecto.

-También trabaja con Heineken...

-Soy colaborador de una firma que se llama La Claqueta y trabajo mucho con ellos como externo. Ellos consiguieron muchos trabajos con Heineken y Cruzcampo y me han encargado diseños para esta empresa. Por ejemplo, los carteles de Cruzcampo que hay en el campo del Betis los he hecho yo.

-¿Y no le afectó la burbuja de internet?

-Hemos trabajado en esto once años. A mí me pasó por encima el boom de internet. Cuando la gente se estaba forrando yo empezaba a trabajar. Me beneficié en este sentido de los tiempos. Gracias a la crisis hay un hueco muy bueno para acceder a un mercado que lo copaba la mediana empresa. Ahora estamos los más pequeños. Se debe a que las compañías han rebajado los costes de publicidad. Antes, el dinero que iba a esta partida se lo gastaban en el nombre de la empresa de publicidad, mientras que ahora lo destinan a gente que no cobra tanto pero que aporta muy buena calidad. Muchas empresas de renombre están cayendo.

-Son momentos difíciles. ¿Nota la crisis?

-No la noto porque demanda sigue habiendo y más ahora que las empresas necesitan venderse para competir. Lo que ha cambiado es el modelo de gente que presta ese servicio. Es el momento de ir por libre si tienes ideas porque trabajo hay.

-¿Se ha beneficiado de ayudas para montar la empresa?

-Jamás he tenido ayudas ni las he pedido, la verdad, porque funcionaba sin necesidad de ellas. El sector ha sido muy cambiante en los últimos años y he visto a mucha gente irse al garete a pesar de las subvenciones. La fórmula para seguir en el mercado es trabajar con gente buena, externa, y tenerla contenta. Casi presupuestan ellos y les pago lo que cuesta su trabajo. No les regateo nada.

-¿Y la relación con los bancos?

-No necesitamos mucha financiación porque para desarrollar estos proyectos se necesita asumir pocos costes que no sean humanos. Los clientes suelen venir con los estudios de mercado hechos y con las líneas a seguir. No cojo clientes que no saben lo que quieren. El trato con ellos es muy cercano. Además, los servidores de la empresa son externos, el alojamiento de la web está en Madrid.

-¿Cuál es el perfil habitual de cliente de Box 4?

-Trabajamos con la gran empresa de manera puntual. Ahora estamos a punto de cerrar un acuerdo con Expansiva, que se dedica al tema institucional y vamos a hacer cosas con ellos. Normalmente trabajamos con medianas empresas, de 80 empleados para arriba. Antes, las que se acercaban a nosotros eran más pequeñas. Ésta es la única manera de pegar el salto para nosotros. La mayoría procede de Sevilla, pero como al principio tenía muchos contactos de Barcelona, trabajé mucho con gente de allí. De todos modos, hay bastantes que han desaparecido. Es un mercado muy abierto. Tengo clientes hasta en EEUU. En cualquier caso, no soy una persona ambiciosa, no quiero concentrar mucho trabajo. La idea es que todos los que colaboran o trabajan directamente en la firma estén a gusto.

-¿Qué proyectos tiene en mente a corto-medio plazo?

-Ahora mismo estamos desarrollando un sistema de tienda online más sofisticada y completa. Se trata de una plataforma muy importante que se ha creado a raíz de trabajar con la diseñadora de moda. Después de verano estará desarrollada completamente y ahora estamos viendo cómo rentabilizarlo económicamente, a través del cobro por tienda que instalemos o por porcentajes de venta.

-Estudió Filosofía. ¿Cuándo y por qué desembarcó en el mundo de las TIC?

-Estudié Filosofía y no me veía como profesor, que era en realidad la salida que tenía. De hecho, no hice esa carrera como salida profesional. Era algo que me gustaba y es lo que más me ha servido en la vida a la hora de hacer negocios. Me empecé a interesar por este mundillo cuando se empezó a usar internet. Vi cómo funcionaba y empecé a investigar por mi cuenta. Me pasaban los temarios de Ceade, leía muchos libros en inglés... Estuve dos años como autodidacta y busqué algo reglado, pero me di cuenta de que lo que daban en los cursos de diseño web ya lo había aprendido yo solo. En casa, al principio me decían que estaba todo el día con el ordenador, aunque con el paso de los años me han tenido que dar la razón. Si yo quería trabajar en algo en el corto plazo y que me gustara, era la mejor opción, por eso me decidí.

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