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Economía

Estufa refugio para fumadores

La demanda se dispara en la hostelería y acaba con las existencias

el 29 ene 2011 / 19:56 h.

Los bares optan por poner estufas de gas en terrazas.

Desde el 2 de enero pasado, algunos ciudadanos han tenido que realizar auténticas maniobras para encender un cigarrillo y, además, pasar frío en la calle, pero la falta de humos en espacios cerrados, como los bares, no sólo beneficia a los no fumadores, sino que también hay empresas que han registrado un importante repunte en sus ventas relacionadas con el sector hostelero.

Concretamente, la comercialización de estufas y toldos de terrazas sevillanas se ha disparado en el último mes. No se trata de querer y no poder, sino que los bares y restaurantes intentan no perder clientela.

Por ello, las terrazas se han convertido en el refugio de los fumadores. Para soportar las inclemencias meteorológicas de la época del año, el sector hostelero ha apostado por acomodar sus instalaciones con toldos que refugien del viento y estufas que creen el clima idóneo para aquellas personas que aún no han dejado el hábito de fumar. De esta forma, todos ganan a pesar de las discrepancias que, a veces, se puedan plantear desde algunos núcleos sociales.

"El incremento ha comenzado entre finales de diciembre y principios de enero. Hemos notado un mayor aumento en la venta de estufas, puesto que muchos bares ya habían adquirido toldos en años anteriores", afirma el propietario de la tienda Toldos García Hermanos, Eduardo García.

En este establecimiento sevillano se han agotado las existencias de un modelo determinado de calefactores de butano que son importados desde China. Eduardo constata que "hasta mediados de febrero no esperan recibir este tipo de material".

"Para gustos los colores". Por eso, los clientes que se acercan a este tipo de establecimiento tienen una amplia gama de productos donde escoger. En Toldos García Hermanos, las estufas de butano tienen un importe que oscila entre los 300 y 350 euros, mientras que el precio de las de radiación puede llegar hasta los 1.200 euros.

En general, los compradores suelen optar por lo barato, aunque, a veces, lo económico sale caro. "El consumo mensual de una estufa de radiación es un 60% más bajo que la de butano", asevera García, quien certifica que "todos estos productos están homologados y tienen su correspondiente periodo de garantía".

En esta empresa familiar las ventas se han incrementado un 500% con respecto a las obtenidas en 2009. En algunas tiendas los pedidos son concertados con el objetivo de que no se queden en las estanterías. De todas formas, Eduardo García prevé que "durante el próximo invierno serán superiores a las obtenidas en este primer arranque de la Ley Antitabaco, ya que habrá aún más demanda y más material".

Una operación que no a todos los comercios les ha pillado por sorpresa. Es el caso de Makro, la filial española del grupo alemán Metro, que, para paliar las posibles consecuencias económicas del sector hostelero, ha ofrecido un paquete de alternativas a bares y restaurantes, en el que se incluye una amplia gama que va desde las estufas, hasta innovadores ceniceros de pared, pasando por los biombos y toldos.

Esta compañía ha comercializado en un solo mes un 10% más de este tipo de refugios, desde noviembre hasta diciembre del pasado año, y tiene previsto duplicar las ventas en los próximos tres meses.

Desde que se hizo pública la nueva ley, Makro solicitó a sus distribuidores un mayor número de productos y un abanico de más amplio de éstos. Sin embargo, ahora, "necesitamos reponer más rápidamente", según declara el jefe de Ventas en Sevilla, Antonio Pérez.

Donde unos ven un desembolso, otros encuentran un beneficio. Es la paradoja de cualquier crisis. Sin embargo, desde diciembre de 2009 la normativa sevillana sobre veladores regula la colocación de estufas y toldos, pero siempre que sean móviles o desmontables.

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