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ETA ataca otra vez a la Guardia Civil con una potente bomba en un cuartel

ETA reapareció el Jueves Santo con la colocación de un coche bomba con una potente carga de 70 kilos de explosivos, un atentado que tenía de nuevo a la Guardia Civil en el punto de mira: el objetivo fue el cuartel de Calahorra. Sólo hubo cinco heridos muy leves, aunque hubo muchos daños. (Foto: EFE).

el 15 sep 2009 / 02:05 h.

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ETA reapareció el Jueves Santo con la colocación de un coche bomba con una potente carga de 70 kilos de explosivos, un atentado que tenía de nuevo a la Guardia Civil en el punto de mira: el objetivo fue el cuartel de Calahorra (La Rioja). Sólo hubo cinco heridos muy leves, aunque hubo muchos daños.

La explosión, en concreto, causó contusiones a un agente y heridas leves (cortes por cristales) a cuatro personas. El cuartel no sufrió daños importantes pero sí los inmuebles cercanos, de tal modo que hasta el mediodía de ayer se habían presentado casi 500 peticiones de indemnización.

Bomberos y operarios municipales continuaban ayer con las labores de desescombro y limpieza de cascotes y cristales, principalmente en las fachadas de la calle General Gallarza, donde estalló la bomba colocada por ETA, que ya atentó contra este cuartel en 1983. Los vecinos de estos edificios pudieron entrar ayer a recoger parte de sus enseres, ya que no podrán dormir en sus casas durante varias noches.

En cuanto a la investigación, el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, cree que el coche bomba contenía unos 70 kilogramos de material explosivo y que en el atentado participaron "varios individuos". Eso sí, explicó que todavía "es pronto para determinar la composición" del explosivo.

Comando Vizcaya. Los técnicos en desactivación de explosivos continúan su trabajo para determinar con más exactitud el tipo de material utilizado por los terroristas para este atentado, que, según fuentes de la lucha antiterrorista, podría ser obra del comando Vizcaya.

Sobre las 13.38 horas del Jueves Santo, la DYA de Vizcaya recibió una llamada en nombre de ETA en la que se advertía de la explosión de un coche bomba -del que facilitó modelo y color- sobre las 14.00 horas. Tras conocer la amenaza, la Guardia Civil desalojó el cuartel, en el que habitualmente viven 16 personas entre agentes y familiares, y dispuso en la zona un cordón policial alejado 300 metros del cuartel, un inmueble situado en el centro de la ciudad.

A las dos de la tarde el coche bomba estalló con un gran estruendo. Un guardia civil sufrió contusiones el cuello al tirarse al suelo al oír la explosión y otras cuatro personas sufrieron pequeños cortes por cristales. Los daños materiales fueron cuantiosos pues los edificios de la calle Gallarza donde explosionó el coche sufrieron destrozos en cristales, ventanas, persianas, toldos y otros elementos de las fachadas; las lunas de los comercios acabaron destrozadas.

La deflagración llenó de angustia y pánico a los cientos de personas situadas en torno al cordón de seguridad, muchas de las cuales acababan de asistir a una procesión de Semana Santa.

Aunque a la espera de informes técnicos precisos ninguno de los edificios afectados por la onda expansiva presenta daños estructurales, hay cinco inmuebles que no podrán ser ocupados hasta su completa rehabilitación. Los vecinos desalojados y los guardias civiles que vivían en el cuartel se pudieron alojar la noche del viernes en los domicilios de familiares y amigos, pero a partir de ayer comenzaron a utilizar los dos albergues municipales, que tienen 65 plazas.

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