ETA ha vuelto a la carga y, una vez más, la alta velocidad (TAV) en Euskadi, conocida como la Y vasca, ha sido el objetivo. La banda terrorista dejó ayer tres heridos leves al hacer estallar una bomba en la empresa Amenabar de Zarautz (Guipúzcoa), una de las concesionarias de las obras del proyecto ferroviario.
El artefacto contenía entre tres y cinco kilos de un explosivo aún por determinar y estaba colocada dentro de una mochila, con un temporizador, según informó el departamento vasco de Interior. Dos agentes de la Ertzaintza y un vecino del lugar son los tres heridos leves en la explosión, que también causó daños en la fachada del edificio donde Amenabar tiene sus oficinas, ubicado en una de las calles más céntricas de la localidad.
El artefacto estalló a las 02.40 horas, 60 minutos después del aviso de un comunicante anónimo a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA). Amenabar ya fue atacada por ETA el pasado 12 de mayo, cuando la organización terrorista hizo explotar en Hernani (Guipúzcoa) dos bombas en sendas excavadoras de esta misma compañía.
Los ataques contra maquinaria de empresas adjudicatarias del TAV se han sucedido en las últimas semanas. Precisamente el sábado varios miles de personas se manifestaron en San Sebastián para expresar su rechazo a la Y ferroviaria vasca y exigir el freno a las obras.
Sin embargo, la Confederación Empresarial Vasca (Confebask), que condenó el atentado, lamentó que, "una vez más, la intolerable violencia se convierta en el medio con el que unos pocos tratan de oponerse a los mayoritarios deseos de paz y progreso de los ciudadanos vascos".
También destacó "la gran contribución" de Amenabar y del conjunto de las empresas vascas y los esfuerzos que realizan en pro de la modernización y el desarrollo de Euskadi.
Con la unanimidad de todos los grupos, el Ayuntamiento de Zarautz aprobó una declaración de condena del atentado, en la que aseguró que la apuesta de ETA "por el chantaje y el terror está condenada al fracaso". El pronunciamiento de la Corporación local incluyó la convocatoria de una concentración silenciosa para hoy a las 20.15 horas.
Reacciones. También en un comunicado de repulsa por el nuevo atentado, el Gobierno vasco advirtió a la banda terrorista de que "no va a conseguir parar ni paralizar a esta sociedad". Tras hacer hincapié en que "ETA ha vuelto a dar una muestra más de que no respeta la voluntad mayoritaria de este pueblo", el Ejecutivo vasco se preguntó "¿qué tipo de sociedad pretenden construir quienes defienden sus ideas a bombazo limpio contra la población civil?".
Mientras tanto, el secretario general del PSE/EE de Guipúzcoa, Iñaki Arriola, aseveró que "la Y vasca se va a construir" y señaló que "los radicales abertzales" han elegido este proyecto ferroviario como "el enemigo a batir" ante "la impotencia y frustración por la pérdida de cohesión entre sus bases".
Para el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, los terroristas "están dinamitando también las expectativas de progreso" del País Vasco con sus acciones.
Fuera del ámbito político, el sindicato ELA condenó el atentado y obserrvó que "la legítima posición contraria a la construcción del TAV no justifica, en manera alguna, la utilización de la violencia".
