La banda terrorista ETA tiene previsto tomar una decisión definitiva sobre la puesta en marcha de su asociación de víctimas del "terrorismo de Estado" durante este otoño y anunciar la creación de este organismo el próximo 10 de diciembre, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, según informó la revista Fundación -que edita la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT)- en su próximo número.
Según esta información, los ideólogos de la banda terrorista han decidido esas fechas para impulsar su proyecto después de haber trasladado durante el verano a sus bases y a distintas organizaciones de la izquierda abertzale un documento en el que somete a consulta y debate la creación de una asociación o fundación. La intención de los terroristas es equiparar a sus "víctimas" con las que ellos mismos han generado a lo largo de los últimos 50 años, a los que aluden como "damnificados del conflicto", que suman cerca de 9.000, de los cuales casi 900 son muertos. Es clave el argumentario de los terroristas ante esta pretensión.
Urkullu quiere mediar. Mientras continúa las reacciones sobre la última entrevista a dos etarras en Gara. Así, el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, afirmó que, ante la negociación con su partido, el presidente del Gobierno "no puede desaprovechar la oportunidad de profundizar en la normalización política y sentar las bases de un proceso de pacificación" antes de agotar la legislatura. También indicó que, igual que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el lehendakari Patxi López, "es consciente" del interés del PNV de hablar "de diagnósticos compartidos" sobre normalización y ofreció "la capacidad de interlocución" que tiene su formación con las formaciones abertzales y las no abertzales para "hacer esa labor" de acercamiento.
Esta postura de los nacionalistas vascos no fue compartida por el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, quien manifestó que una mesa de diálogo multipartito está "fuera de lugar" y que, en caso de que hubiera un diálogo, tendría que ser en un escenario post-ETA. También, la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, insistió ayer en que "no hay otro camino" para ETA que el de el abandono "de forma clara y definitiva" de las armas y poner fin a su existencia, mientras que Batasuna "sabe", según dijo, que su única alternativa es "la separación, la ruptura, la condena clara y total de la violencia". También, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aseguró que el único final para la banda es entregar las armas porque sino acabarán "como su amigo el mono Jojoy".
