Local

ETA mata a un empresario del AVE vasco 15 días después de caer Txeroki

Una ETA descabezada también puede matar. Y, sólo 15 días después de la detención de su número uno, Garikoitz Azpiazu, Txeroki, lo ha hecho. La banda asesinó el miércoles a tiros a Ignacio Uría Mendizábal en Azpeitia (Guipúzcoa). Tenía 71 años y era consejero de la empresa constructora de la Y vasca Altuna y Uría. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 19:20 h.

TAGS:

Una ETA descabezada también puede matar. Y, sólo 15 días después de la detención de su número uno, Garikoitz Azpiazu, Txeroki, lo ha hecho. La banda asesinó el miércoles a tiros a Ignacio Uría Mendizábal en Azpeitia (Guipúzcoa). Tenía 71 años y era consejero de la empresa constructora de la Y vasca Altuna y Uría.

Pese a que la compañía ya había sido saboteada en marzo de 2007, él no llevaba escolta. El atentado, el cuarto mortal desde enero, se produjo minutos después de las 13.00 horas, cuando el empresario se dirigía al restaurante Kiruri, cercano a su casa y al que acudía cada mediodía para jugar a las cartas.

Hubo tres disparos, de los cuales dos impactaron en su cuerpo -uno en la cabeza y otro en el pecho- . Un terrorista que se acercó de frente a la víctima disparó, mientras un segundo etarra esperaba en un coche pequeño, un Alfa Romeo, en el que después ambos huyeron. Eran varones, rondaban los 30 años e iban encapuchados. Los sanitarios que acudieron al lugar del atentado trataron de reanimar al empresario durante casi 40 minutos, pero no pudieron salvar su vida ante la gravedad de las heridas.

Según fuentes de la lucha antiterrorista, los etarras habían robado el coche poco antes en el Alto de Itziar, a unos 25 kilómetros de Azpeitia, dejando a su conductor maniatado. Tras tirotear a Ignacio Uría, los asesinos regresaron al Alto de Itziar, lugar en el que quemaron el coche para borrar todas las huellas o cualquier indicio que pudiera aportar datos sobre los autores. Tras calcinar el turismo, y como suelen hacer siempre después de un atentado, los dos terroristas abandonaron el lugar a bordo de un primer vehículo que habían dejado aparcado allí.

Los autores. En principio, las fuerzas del orden atribuyen el ataque a un comando itinerante de ETA, de los que actúan en las tres provincias vascas. Los terroristas siguieron un modus operandi muy similar al empleado en el asesinado del ex concejal socialista de Arrasate-Mondragón Isaías Carrasco el pasado 7 de marzo. En ambos atentados, todavía por esclarecer, la banda ha recurrido a un pistolero para asesinar a sus víctimas, dos objetivos relativamente "sencillos" para los terroristas, ya que los dos carecían de escolta y llevaban una vida completamente normal. Tanto Uría como Carrasco fueron asesinados muy cerca de sus domicilios en una hora cercana a la una de la tarde.

La Ertzaintza analiza ahora los casquillos de bala encontrados en el lugar del crimen de Azpeitia para tratar de determinar si la pistola podría haber sido utilizada en algún atentado anterior. En el asesinado de Carrasco, el pistolero disparó cinco proyectiles del calibre 9 milímetros Parabellum, munición utilizada habitualmente por ETA.

El asesinato fue rápido. "No, nosotros no lo hemos visto. Él aparca el coche aquí al lado, un amigo que venía para acá lo ha visto y ha entrado y ha dicho 'salid, que a Ignacio le han hecho algo'", relató la dueña del bar Kiruri, donde ocurrió todo. Horas después del atentado, la encargada del restaurante se encontraba aún sobrecogida por lo ocurrido. "Dos jóvenes han salido de un coche y le han dado dos tiros, eso es lo que ha pasado".

La Y ferroviaria vasca, que unirá por alta velocidad las tres capitales del País Vasco, lleva años en la diana de ETA, que ha atentado en repetidas ocasiones contra las constructoras adjudicatarias de las obras, entre ellas, la propia Altuna y Uría, que sufrió un sabotaje en marzo del año pasado. Buena prueba es que en uno de sus últimos comunicados, el pasado 16 de agosto, la banda terrorista calificaba al Tren de Alta Velocidad como un proyecto "ajeno a los intereses de Euskal Herria". En ese comunicado, ETA acusaba al PNV y a sus "acólitos" de querer prorrogar sus ganancias a costa de "enterrar en cemento" el territorio por el que pasará la infraestructura ferroviaria, empleando un argumento muy similar al utilizado en su día contra la inconclusa central nuclear de Lemóniz, la presa de Itoiz o la autovía de Leizarán.

En las últimas operaciones contra la banda y sus grupos de apoyo, las Fuerzas de Seguridad del Estado siempre han encontrado documentación e información detallada sobre las obras, así como panfletos contra el proyecto ferroviario. Asimismo, la dirección de ETA había ordenado de forma explícita al comando Vizcaya, desarticulado el pasado julio, atentar contra empresas relacionadas con el TAV.

Feudo peneuvista. La localidad guipuzcoana de Azpeitia está gobernada por ANV que, hasta anoche, compartía las tareas en el Ejecutivo municipal con Aralar y EA, partido este último que abandonó ayer mismo el Gobierno local. El municipio, de casi 14.000 habitantes, había sido gobernado históricamente por el PNV, hasta las pasadas elecciones de mayo de 2007, en las que fue la fuerza más votada, logrando ocho ediles. No obstante, la suma de los seis concejales de ANV, dos de EA y uno de Aralar, le desbancó del Gobierno.

La renuncia de anoche de Eusko Alkartasuna se debió a la negativa de ANV a condenar el atentado. Tras el asesinato se celebró un pleno y la formación abertzale no se unió a la declaración de condena. Ya antes del pleno, el presidente de EA, Unai Ziarreta, había anunciado que de producirse esa situación su formación saldría del gobierno. Aralar tenía previsto tomar también anoche una decisión al respecto.

  • 1