La editorial Almuzara nos ha hecho llegar su último volumen flamenco, Pepe Marchena y Juanito Valderrama, dos figuras de la ópera flamenca, del escritor madrileño Eugenio Cobo, el más documentado de todos cuantos escriben sobre este arte, sin lugar a duda. Cuando aporta un dato hay que darlo siempre por verdadero.
Hay que aplaudir la iniciativa de Eugenio Cobo, de biografiar a dos genios como fueron Marchena y Valderrama, porque han sido dos cantaores muy cuestionados, pero dos fenómenos. Vanidosos, presumidos y prepotentes, pero sin ellos no podría contarse bien esa época de la ópera flamenca, en la que no sólo había fandanguillos y milongas, como se ha dicho y escrito hasta la saciedad. Algún día habrá que contar lo que se grabó entre 1925 y 1945, por ejemplo. Eugenio Cobo recorre la vida de estos dos artistas a través de un minucioso rastreo en la prensa de la época. La parte de Marchena ya la dio a conocer hace años en un excelente libro; pero de Valderrama aporta una valiosa información que incluye documentación sobre sus enfrentamientos con Marchena, Caracol y Pepe Pinto.
Traté mucho a Juan Valderrama en los últimos años de su vida y puedo asegurar que adoraba a los tres artistas. Lo que ocurre es que Valderrama era un cantaor y empresario ambicioso, que le gustaba el poder y se sentía el número uno. Por eso arremetía a veces contra los mejores. Pura estrategia.
